La visita de Suárez a Lisboa apoya la campaña electoral de Sa Carneiro
El presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, salió ayer de su retiro veraniego en Galicia para realizar una excursión a Oporto (Portugal), que, a pesar de ser de carácter privado, tomó un cariz internacional con la visita que realizó anoche mismo a Lisboa para cenar con su colega de Portugal, Francisco Sa Carneiro. Este, que está a punto de iniciar la campaña electoral portuguesa, le invitó y puso un avión a su disposición para trasladarle desde Oporto.
La Prensa portuguesa ha subrayado la importancia electoral de la visita, recordando el apoyo que UCD prestó a la Alianza Democrática, que preside Sa Carneiro, en las elecciones de diciembre pasado, informa nuestra corresponsal en Lisboa, Nicole Guardiola.
Al mismo tiempo, Suárez ha retrasado su vuelta a Madrid, prevista para este comienzo de semana, ya que el viernes recibirá al comité ejecutivo de la UCD gallega. Es prácticamente seguro que esta semana no se reúna el Consejo de Ministros, contra lo que se esperaba en principio, e incluso se apunta la posibilidad de que el actual Gabinete no se reúna más, dado que la crisis puede abrirse inmediatamente después de las vacaciones.
En este contexto, el viaje del presidente a Portugal fue una verdadera caja de sorpresas, y lo que de manera oficial intentó presentarse como un mero paseo familiar de recreo, ya que no estaba previsto ningún encuentro con gobernantes portugueses, acabó siendo un importante encuentro político con el primer ministro portugués Sa Carneiro.
Según informa nuestro enviado especial Perfecto Conde, el presidente pasó la frontera de Tuy a la una de la tarde de ayer, previo aligeramiento del atasco aduanero que se registraba desde la mañana, al convenir con las policías de ambos puestos, española y portuguesa, el paso libre en la práctica de los centenares de vehículos que guardaban cola.
El presidente español comió con sus acompañantes en la localidad portuguesa de Valença do Minho, y aquí tuvo lugar el primer gesto en busca de la popularidad de su viaje, al visitar el cuartel local de los bomberos voluntarios para agradecerles la ayuda que suele prestar este cuerpo a las localidades españolas cercanas.
A preguntas de un periodista, el presidente declaró en Oporto que hablará sobre la prevista remodelación de su Gabinete cuando vuelva a Madrid, después de sus vacaciones.
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Adolfo Suárez visitó en Lisboa a Sa Carneiro a petición de éste
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La gran sorpresa sobrevino cuando el embajador de España, Fernando Rodríguez-Porrero, presente en Oporto para recibir a Suárez, anunció, pasadas las seis de la tarde, que acababa de ser concertada una cena privada del premier español con su colega portugués, en Lisboa. Desde la capital de este país voló un avión militar para recoger a Suárez que, en la misma noche, volvió a reunirse con su familia en el hotel Infante de Sagres, precisamente el que dio posada a Humberto Delgado en 1958, cuando, pocos años antes de que fuera asesinado por la policía de Salazar, llevó a cabo un intento de campaña electoral.
Curiosamente, en Oporto esperó al presidente español más gente que cuando realiza desplazamientos estos días desde El Grove por Galicia. La cobertura de Prensa fue casi extraordinaria, debido seguramente a que todo el mundo sospechó que había algo más que un viaje privado en el desplazamiento de Suárez.
De medios diplomáticos recogió EL PAIS la versión de que pudo ser el primer ministro portugués quien se interesó especialmente en este encuentro. Sa Carneiro tiene las elecciones en octubre y, según apuntaron algunas versiones a EL PAIS, le preocupó el anuncio de que el presidente de Portugal, general Ramalho Eanes, presidirá con el rey Juan Carlos el hermanamiento de esta ciudad con la portuguesa de Coimbra.
Declaraciones de Suárez
De hecho, el propio presidente Suárez declaró que iba a cenar a Lisboa porque se lo había pedido Sa Carneiro, con el que habló por teléfono desde Valença al entrar en Portugal, pero negó cualquier relación con el proceso electoral portugués en su visita improvisada a Lisboa. «No pasa nada más que el primer ministro de Portugal me invitó a cenar», contestó, «y es evidente que hablaremos de muchas cosas, entre ellas de política y de nuestros dos países». Negó también que se fuera a tratar en la cena la intervención del Gobierno portugués, ante el Frente Polisario para obtener la liberación de los marineros del Galgomar.
Acerca de la posible ayuda electoral de este viaje al partido de Sa Carneiro, Alianza Democrática, contestó que «es evidente que no estoy en campaña electoral», para añadir, a continuación, que mantiene excelentes relaciones con el primer ministro portugués, refiriéndose a él como su «amigo personal».
El hecho real es que se trata de un viaje precipitado desde La Atlántida en el último momento, hasta el punto de que, como supo ayer EL PAIS en Oporto, el gobernador civil de esta ciudad no conoció la visita del premier español hasta bien entrada la noche del lunes. Algunas fuentes cercanas a Suárez señalaron la posible influencia de Pío Cabanillas en esta gira portuguesa del presidente.
El propio Adolfo Suárez declaró a EL PAIS que piensa «regresar a Madrid este fin de semana, «pero no sé qué día». Retornará a su lugar de vacaciones hoy por la tarde, después de visitar varios puntos del Portugal histórico, como Braga y Guimaraes. Le acompañan su esposa, Amparo Illana; la hija mayor, María Amparo, y su novio, Fernando Halcón, y Pío Cabanillas, que actuó como cicerone turístico del viaje.
La Prensa portuguesa ha subrayado la importancia del encuentro entre Suárez y Sa Carneiro en vísperas del comienzo de la campaña electoral portuguesa, y recuerda el apoyo técnico y político que UCD prestó a Alianza Democrática en ocasión de las elecciones de diciembre pasado, que dieron el poder al actual primer ministro.
En este contexto, es probable que el encuentro de anoche haya permitido un intercambio de informaciones acerca de la evolución de la situación en los dos países, según estiman fuentes políticas de la capital portuguesa.
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