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El fútbol práctico del Ajax pudo al Internacional

El partido Ajax-Internacional de Porto Alegre no necesitaba programarse en el Trofeo Villa de Madrid para confirmar la impresión ya sabida, pero fue una gota lamentable más: apenas existen aficionados al fútbol; sólo a equipos de fútbol. Al margen de las fechas veraniegas, el hecho real es que bien pocos espectadores tiene un buen encuentro de balón redondo, si no es a base de los hinchas de alguno de los contendientes. Ayer, en uno, dos equipos de calidad mundial y que resultó muy aceptable, con fútbol de calidad en su mayor parte, el campo del Manzanares ofreció un aspecto desolador. A la mayoría de la gente, en este caso, rojiblanca, no le interesa más que juegue y gane su equipo. Anoche se perdieron cómo un fútbol práctico y preciso, el del Ajax, pude, al preciosista e ineficaz -aunque con mala suerte- del Internacional. Algo habrían disfrutado para comparar con el que tienen en casa.El Ajax fue líder en Europa hace unos años y ahora lucha por volver a serlo. Evidentemente cuenta con mimbres para ello. El Internacional de Porto Alegre brasileño acaba de perder ante el Nacional uruguayo la final de la Copa. Libertadores (el torneo similar en América del Sur a la Copa de Europa), en el que sólo se clasificó para ella como tercer equipo de su país. Practica un juego con la habilidad típica brasileña, pero con más fuerza y velocidad, dentro de una renovación del fútbol que ha sido dos veces; campeón del mundo y que también está en sus horas bajas. En cualquier caso, se trataba de un encuentro con dos equipos de mucho fuste y con evidente interés. Dos estilos distintos, aunque con el brasileño tradicional tratando de parecerse al europeo, que con su fuerza ya demostró la inutilidad solitaria de los malabarismos suramericanos hace unos años.

El espectáculo no defraudó y el Ajax, más ducho en la vieja escuela que es el «abc» del fútbol: mejor marcaje, juego a los espacios libres, especialmente por los extremos y pases rápidos, se impuso a sus rivales, que, a fin de cuentas, sólo marcaron su gol y estuvieron a punto de hacerlo en otras tres ocasiones, gracias a sus ancestrales habilidades. Para colmo tuvieron incluso que tragarse la vergüenza de sufrir dos fueras de juego masivos y espectaculares, por inexperiencia y lentitud. Las carreras de todos los hombres del Ajax replegándose hacia el centro del campo para provocar la falta de cinco o seis contrarios fueron todo un espectáculo.

A los dos minutos el equipo holandés explicó que el fútbol sigue siendo mortífero y eficaz cuando se juega por los extremos, se centra bien y se entra al remate con garantías. Peor no se le pudo poner el panorama al Internacional, aunque éste encontró en dos saques de falta la potencia de disparo de Jair, que obligó a Schrijvers, a demostrar su calidad, pese a su mala estampa de siempre, demasiado grueso, quizá. En realidad se volvía a repetir la historia: al fútbol práctico se oponía el de fuegos de artificio. Y es que el Internacional no podía hacer más, porque los marcajes rivales no le dejaban.

Tras el empate, en una genialidad, se encontraron poco después con el segundo jarro de agua fría. En la segunda parte sucedería más o menos lo mismo, aunque el empuje «europeo» de los brasileños les permitió tener tres oportunidades magníficas, una de Batista, el capitán e internacional que jugó con Dirceu el Mundial 78, precisamente contra España, y dos del rubio Cleo, menos afortunado ya que en el gol. El Ajax, mientras tanto, estaba agazapado y pareció dar la puntilla cuando quiso. Sus pases largos fueron precisos, no como los del Internacional. Su 4-4-2 tuvo cuatro centrocampistas -el internacional Schoenmaker y los daneses Arnesen, Lerby y el ex madridista Jensen- típicos del fútbol holandés, «servidores para todo», tanto en defensa como en ataque. Y sus dos puntas fueron también a veces los defensas laterales, porque en sus esquemas no entran los remilgos. En el Internacional sólo Batista trabajó a destajo, porque Falçao, el nuevo fichaje del Roma italiano, fue un «poste». El Ajax, en resumen, será un rival quizá demasiado peligroso hoy para el Atlético.

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