De Garrigues Walker a Fernández Ordóñez

La desaparición de Joaquín Garrigues Walker le quita a UCD el perfume jeffersoniano que le aportaba el inteligente y esteta cabeza de la fracción «liberal». ( ... )El buen entendimiento entre el barón liberal y Fernández Ordóñez, barón socialdemócrata, se debía a que la socialdemocracia es un liberalismo con reforma fiscal. Otra causa fue el sentido del humor, algo marxiano (de Groucho) en el caso de Garrigues, y tristón, a lo Charlie Rivel, en el caso de Fernández Ordóñez. También eran barones ilustrados, en unos tiempos en que los políticos sólo leen resúmenes hechos por sus secretarios.

( ... ) Con buena salud, Joaquín Garrigues Walker era una indudable alternativa política para Suárez en el caso de que el país se humanizara un poco. Difícil cuestión. En un país en que la democracia aniquila La Codorniz, Por Favor y no deja sitio a una seudorreaparición de Hermano Lobo disfrazado de «hermano cordero», un Garrigues Walker en el poder, Barbarella sobre una moto de 750 cc o Woody Allen tocando el trombón de varas entre transfusión y transfusión de sangre, hubiera sido demasiado.

Se queda Calvo Ortega con un barón menos que vigilar y yo diría que con el más vigilable, porque a pesar de su enfermedad, Joaquín Garrigues dio guerra hasta el último minuto. Hasta asistió a la cumbre campera ucedera y pidió dirección colegiada tal vez por un rasgo más de humor, porque pedir dirección colegiada a UCD es lo más parecido que hay a pedir peras al olmo. Garrigues Walker fue un político de «gestos» altruistas, yo diría que en muchos casos altruista-gratuitos, y no lo digo en sentido peyorativo, sino valorando la condición de excepción que tuvo la actuación de un político dotado con el don de la distanciación crítica y del sentido del ridículo ( ... )

La desaparición de Joaquín Garrigues Walker deja sobre las espaldas a Fernández Ordóñez la responsabilidad «progre» de UCD y hacia él se vuelven los rostros preocupados del país, pidiéndole que ese parto no sea un desmadre de incoherencia o ambición, sino un serio intento de superar la usura social y política que está practicando UCD desde la aprobación de la Constitución.

No faltarán voces que le pedirán « sacarneirízate » y todo será tuyo. Y otros le pedirán todo lo contrario: que trabaje ya para una nueva mayoría de progreso aliado con el PSOE y con el respaldo, no escrito, del PCE. ( ... )