Bjorn Borg,

tras jugar « el partido más importante de su vida», como ha calificado su boda, llega hoy a Málaga para pasar la luna de miel en Marbella. Y con él su. contrincante para siempre, Mariana Simionescu. Esta misma tarde, según informa desde Málaga José Antonio Frías, la pareja recibirá un primer homenaje. El coso marbellí se ha vestido de luces, con tres figuras: Curro Romero, El Cordobés y Manolo Cortés.

El matrimonio Borg va a pasar una o dos semanas en Puente Romano, donde el sueco es director de la escuela de tenis. Allí se ofrece esta noche un cóctel en el bar La Cascada y, después, una cena de lujo en la plaza del viejo puente romano, para terminar la noche con una fiesta en la discoteca Regine's. La princesa Ferial de Jordania, la princesa María Gabriela de Savoya, Carolina de Mónaco y su marido Philippe Junot, Guy Laroche, Cristina Onassis, Severiano Ballesteros, Manolo Santana, embajadores de Filipinas, marqueses De Castro, Sean Connery, el duque de Cádiz y Jaime de Mora y Aragón son algunos de los invitados que acompañarán esta noche a Borg y Mariana.

El clamor popular, que evidentemente no tendrá acceso a los actos de la noche, ha centrado su atención en la plaza de toros. Las entradas se han agotado. Los toreros, esta vez compartiendo el protagonismo con el mejor tenista del mundo, están dispuestos a darlo todo. El discutido Curro Romero parece decidido a «destapar el tarro de las esencias». El Cordobés amasará una tarde de espectáculo. Manolo Cortés aportará la nota de temple y empaque que tanto necesita.

El pasado 23 de enero de este año Borg llegó al aeropuerto de Málaga a bordo de un reactor particular del jeque Al Midani para, el sábado siguiente, a las 12.30 horas, firmar un contrato con Puente Romano como director de la escuela de tenis de este complejo turístico.

Bjorn Borg está ligado a Puente Romano por tres años como director de la escuela de tenis que lleva su nombre. Doscientos millones de pesetas le reportará al sueco el cargo y una sola obligación: venir a Marbella cada cierto tiempo durante dos o tres semanas y supervisar todo. No hay fechas fijas para esta visita, y Borg será el que decida cómo y cuándo. El complejo consta de diecisiete pistas, un club de tenis y un club social y doscientos apartamentos.