El atletismo debuta en la "gran arena" olímpica
La parte seria del programa comienza hoy, al entrar en los Juegos el rey de Ios deportes. A partir de las diez de la mañana, el esta dio Lenin recibirá a los auténticos protagónistas de los Juegos. La natación, con ser importante, no ha podido desplazar en la mitología olímpica a los atletas. A partir de hoy tendremos a los es pafíoles en «la gran arena». Junto a ellos, los Ovett, Coe, Juantorena, Wszola y el resto de los participantes de primer orden. Los ingleses vendrán a obtener la su premacía de las carreras de medio fondo; los franceses, a solidificar esa gran escuela mundial de garrochistas, a la que nadie en estos momentos puede oponerse.El atletismo sacará a escena a los vallistas Lloveras y Casabona. El primero se siente finalista. La marcha, de tantas esperanzas, nos permitirá ver en acción a José Marín en los veinte kilómetros.
En los 800 metros estarán Colomán, Trabado y esa especie de genio que es Antonio Páez, que correrá su serie con Ovett.
Quizá alguien considere que llamar genial a Páez es un elogio excesivo. Páez es un deportista singular, como los escasos españoles que han subido a los grandes podios del deporte mundial. Tiene, como otros, todo lo bueno y lo malo de los grandes campeones. No puede ser considerado como un hombre histórico, pero podría serlo. Es heterodoxo en muchas cosas, como Santana lo era con la raqueta en la mano. Es de una psicología de difícil definición. Podría subir al Tourmalet y detenerse a tomar un helado como Bahamontes. Es inconstante, pero los grandes deportistas españoles no suelen ser rectilineos. Acaba de realizar en Madrid la octava mejor marca mundial del año y en alguna ocasión ha ganado a los ausentes y a los presentes en Moscú. Tiene genio en muchos momentos, y ello podría proporcionarle un gran éxito. Lo malo de Páez es que también puede pasar por Moscú como una sombra.
Antonio Prieto, zancada corta y capacidad de sufrimiento, correrá las series de los 10.000 metros. No cuenta, pero luchará hasta el fin. Ramón Cid intentará pasar la serie clasificatoria del triple salto. Cid apuntó alto de junior y se nos ha quedado en pura esperanza.
del atletismo olímpico, pese a los ausentes, se esperan grandes pruebas. Ovett y Coe dirimirán aquí esa supremacía mundial que se disputan. En 800 metros no tendrán como adversario al cubano Juantorena, el gran triunfador de Montreal. Juantorena se lesionó en los pasados Juegos Panamericanos y no ha podido recuperarse del todo. Sus preparadores únicamente le permitirán disputar los 4.00 metros. Juantorena, Ovett y Coe hubieran constituido, sin duda, el gran espectáculo de los Juegos. Nos vamos a perder una final épica, como nos perderemos ese gran duelo entre Wszola y Moegenburg, poseedores del récord mundial de salto de altura. Y nos tendremos que olvidar del negrito norteamericano Moses. Y hemos renunciado a los grandes fondistas japoneses y todos los atletas de la RFA.,
Pero los Juegos no van a tener la mediocridad deseada por los norteamericanos. Los nuevos registros en natación están ahí, y los de atletismo empezarán a aparecer dentro de pocas horas. Las grandes gestas podrían haber tenido un mayor volumen, pero " no por ello nos vamos a quedar con las limitadas emociones de una Spartakiada. En natación, por ejemplo, Barbara Krause, Rica Reinisch, el equipo de relevos de la República Democrática Alemana (4 x 100 estilos) y Vladimir Sainikov han logrado récords mundiales, e Inés Diers, Svletana Varganova y Seguie Kopliakov han ingresado en la muy meritoria orden de los récords olímpicos.
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