Paul Newman,
tentado últimamente, de manera infructuosa, por una empresa española para que anuncie los coches que produce, responde mejor al estímulo de la pintura que al aliento de la publicidad. Aquí aparece contemplando la obra de Pablo Picasso Mujer de blanco, expuesta en la gran antológica que del artista español mantiene abierta el Museo de Arte Moderno de Nueva York. El cuadro que observa el actor norteamericano fue pintado por Picasso en 1923.
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