Los masones franceses controlan algunas logias creadas en España
El Gran Oriente Español Unido está dividido en dos obediencias, una de ellas regular, es decir, reconocida por la masonería inglesa. Su gran comendador es Juan Calvo, y el gran maestre, Francisco Espinar. El conflicto, muy grave, que acaba de estallar entre los masones galos y españoles se debe a que la Gran Logia Nacional Francesa GLNF, ignorando la existencia del Gran Oriente Español, intenta ocupar el terreno hispano, creando logias que dependen directamente de Francia. Según una fuente autorizada del Gran Oriente Español Unido, en la actualidad la GLNF ya cuenta con algunos hermanos en España, aunque en número muy reducido. A largo plazo, la GLNF pretende que los españoles se conviertan en una provincia masónica francesa.
En opinión de la fuente precitada, la GLNF actuaría inducida por la masonería angloamericana. Esta injerencia extranjera se inscribiría en la estrategia anglosajona consistente en la dominación mundial de la masonería. Se estima que algunos masones españoles pudieran dejarse tentar «por los poderosos medios de influencias extranjeros». Los intereses que esconde la operación son de orden diverso. Puede recordarse en este sentido que cuando España fue admitida por el Consejo de Europa con sede en Estrasburgo, el Gran Oriente Español Unido jugó un papel determinante.
«El litigio presente no se resolverá fácilmente y en un primer tiempo», según manifestación del representante del Gran Oriente español. En Francia sólo una cumbre de la masonería franco-española podría intentar disuadir a la GLNF, que con sus 4.500 hermanos ocupa el tercer puesto de las tres obediencias galas. Las otras dos son El Gran Oriente (30.000 hermanos) y La Gran Logia (12.000 hermanos).
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