A favor de García Sabell
Sigo con atención los artículos de Domingo García Sabell, y es tal la honradez, la objetividad y el acierto en suma que destila su temática, que no comprendo el artículo publicado en EL PAIS del 20 de junio, titulado «El mito de la envidia» v firmado por Rafael Sánchez Ferloslo.La obligación de un intelectual estriba en abordar, con absoluto rigor y valentía, una latente problemática que nuestra sociedad repudia, y con cuyo compromiso García Sabell cumple con conciencia. Por eso me asombra que Sánchez Ferlosio, en lugar de colaborar con él, se dedique a boicotear su labor, con una falta absoluta de elegancia y compañerismo. No quiero creer que Sánchez Ferlosio defienda una postura anquilosada y acomodaticia.
Por los límites de espacio de esta sección, no quiero -no puedo- entrar en detalle al rebatir los singulares argumentos que esgrime Sánchez Ferlosio para confundir con sus ingenuas teorías, todo ello agazapado al elegir a un hombre de bien y escritor excelente como cebo o víctima propiciatoria, de unos objetivos cuya finalidad sinceramente desconozco. /
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