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Redondo reitera el apoyo de UGT al ingreso de España en la CEE

«Probablemente, a corto plazo, el marco internacional, y concretamente el comunitario, supondrá graves problemas para nuestra siderurgia, aunque ello puede servir de impulsor a la necesaria adaptación de nuestro sector nacional», dijo el secretario general de UGT, Nicolás Redondo, en la clausura del simposio internacional sobre siderurgia, que se ha celebrado en Oviedo desde el día 25.

El secretario general de UGT señaló que es en el marco comunitario en el que irá profundizándose el proceso de transformación política de la sociedad. «Hasta la fecha, el proceso de integración ha puesto de manifiesto que los grandes beneficiarios han resultado ser las multinacionales, los grupos de presión económica y, en general, los intereses alejados de la influencia de los trabajadores. Sin embargo, la óptica de UGT, al apoyar la entrada de España en el Mercado Común, es la de hacer de las comunidades un centro de política económica y social progresista que modifique profundamente las relaciones de producción entre los distintos grupos sociales».Redondo calificó de incapaz al Gobierno de UCD para conducir el proceso negociador de cara a nuestra adhesión, y destacó la importancia de las discusiones relativas a la unión aduanera de los productos siderúrgicos.

Finalmente, Nicolás Redondo señaló: «De cara a nuestro ingreso en las comunidades, los programas públicos de nuestra siderurgia, preveían en los próximos años una ampliación de la capacidad productiva hasta alcanzar los dieciocho millones de toneladas de acero, partiendo de una producción actual que se aproxima a los doce millones de toneladas. Dentro de este cuadro de medidas, se contempló también la posibilidad de establecer un tren de laminación en caliente para productos planos, que asegurasen una capacidad suficiente de abastecimiento de nuestro mercado en estos productos. Estos planes suponían el mantenimiento hasta 1985 de las condiciones del empleo en la siderurgia y preveían la posibilidad de que la capacidad resultante fuese plenamente competitiva a nivel europeo. Hoy», finalizó Nicolás Redondo, «cuando todos estos planes, además de no ser realizados, parecen encontrarse un tanto congelados, nos preocupa de forma más importante el hecho de que el empleo no aparezca asegurado de cara al futuro, sino más bien con grandes posibilidades de verse reducido.

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