La mayoría de los cotos privados son ilegales
Los cotos privados son grandes protagonistas de la caza en España. Ocupan más de la mitad de la geografía nacional y hoy en día se extienden a derecha y a izquierda de las carreteras durante kilómetros y kilómetros. Una sociedad de caza vizcaína, La Becada Libre, estima que la gran mayoría de los acotados existentes son ilegales, y así lo ha confirmado el ingeniero jefe de Icona de Vizcaya.El principio fundamental del acotado de caza es la conservación, el fomento y el racional aprovechamiento de las especies cinegéticas. Bajo este supuesto, porque es tal en la gran mayoría de los casos, la sociedad de caza La Becada Libre ha manifestado que los acotados son ilegales, y el ingeniero jefe, del Icona de Bilbao llegó a decir que «los acotados de caza vizcaínos son una mascarada para cazar sus titulares las aves de paso. Esto trajo, como consecuencia la anulación de varios de ellos y en la actualidad el Icona sigue de cerca el desarrollo de las cacerías de conejos en los cotos privados, pues matar cualquier otra especie puede conducir a la anulación del acotado.
En la actualidad, el libertinaje es absoluto en muchos cotos. Si disponen de medios económicos, los cazadores no reparan en realizar matanzas de las especies y repoblar el terreno la siguiente temporada de caza o adquieren otro más interesante. En otros casos se levantan acotados para cazar las aves de paso sin . competencia de otros cazadores. Los menos son Ios que se preocupan de la conservación de las especies, aunque sea a costa de limitar los días de caza.
Las limitaciones de caza que existen en los terrenos libres y en los cotos sociales se hacen necesarias también en los acotados de propiedad privada. A los que asesinan la caza ya no les tendría cuenta mantener un coto, y los favorecidos serían los auténticos cazadores.
La ley de Caza actual quizá requiera una revisión por vía parlamentaria, pues los cazadores ya son un millón y unos cuantos privilegiados siguen disfrutando de una riqueza nacional. La ley no se cumple mientras en los cotos se cace hasta el descaste, utilizándose no para conservar las especies, sino para que no cacen los demás.
