UGT, ante el reto de la tercera vía sindical propiciada por UCD
El anuncio de elecciones sindicales en el otoño próximo ha provocado entre los partidos y sindicatos interesados en las mismas el inicio de estrategias orientadas a lograr el protagonismo de las diferentes opciones sindicales. En el movimiento, más o menos subterráneo, que la carrera electoral comporta, destaca el renovado intento de Unión de Centro Democrático (UCD) de propiciar el nacimiento de una tercera fuerza sindical, que compita en afiliación y presencia en los centros de trabajo con las dos centrales de clase que hoy ostentan el protagonismo de las relaciones laborales.
En lo que constituye una maniobra ya ensayada por sucesivos Gobiernos de UCD, el partido en el poder intenta estos días la formación de un conglomerado sindical articulado en torno a las siglas USO (Unión Sindical Obrera) e integrado por grupos independientes más o menos Organizados.En este sentido, la reciente inclusión de la Confederación General Democrática de Trabajadores (CGDT) en USO constituye el inicio de toda una estrategia encaminada a recolectar trabajadores independientes. La participación del Gobierno en este intento, de decisiva importancia, si se tiene en cuenta que tiene a su disposición el Boletín Oficial del Estado, en el que se habrán de regular los comicios, no parece, sin embargo, consecuencia de una decisión colegiada. El criterio de los miembros del Gabinete al respecto no es, al parecer, unánime, y, en medios sindicales se descarta que el apoyo a una tercera vía sindical responda a una operación de castigo dirigida directamente contra UGT, como haría pensar la reciente moción de censura presentada por el PSOE.
De acuerdo con las versiones recogidas por EL PAIS en medios sindicales y políticos, los sectores ucedistas más interesados en la operación de creación de un espacio sindical controlado por UCD serían los azules, de larga experiencia en aventuras sindicales, y aquellos próximos a sectores cristianos, que en sus orígenes, a través de Acción Católica, tuvieron contacto con el ámbito social.
Tampoco se descartan actitudes voluntaristas propiciadas por francotiradores desde dentro del propio partido. En este último capítulo se cataloga en algunos medios al propio ministro de Trabajo, Salvador Sánchez Terán, vinculado en sus orígenes políticos a los movimientos cristianos y en la actualidad sin pertenencia definida a ninguna familia política de UCD. Los signos de descomposición interna que se perciben en UCD abundan en la posibilidad de estos planteamientos por libre.
En los medios sindicales y políticos consultados por este diario se espera con atención la trayectoria de Sánchez Terán, que ya ha dado una primera muestra de su inclinación sindical ante el conflicto portuario, en el que mantiene una postura abstencionista acerca del solicitado desmantelamiento de la Organización de Trabajadores Portuarios (OTP), entidad autónoma encuadrada en el Ministerio de Trabajo, de corte gironista.
En una reciente reunión de Sánchez Terán con ANAVE -hasta ahora, el ministro ha rehusado el encuentro con UGT de puertos y con la patronal del sector, ANESCO-, el ministro se mostró contrario a la negociación de la patronal naviera con UGT, por considerar que esta central tiene escasa representatividad en el sector.
No obstante, esta apreciación del ministro no pasa de ser un indicio, que los referidos medios apuntan como indicativo de una posible política a desarrollar por su departamento. Los referidos medios, incluso, recuerdan en este sentido el comportamiento de su predecesor en el cargo, Manuel Jiménez de Parga, que favoreció claramente el desarrollo sindical de CC OO cuando la política de Suárez era de entendimiento con el PCE.
Sindicalismo nacionalista
En cuanto a la materialización concreta de los intentos ucedistas, resulta significativo el compromiso contraído por USO con la CGDT -formación con la que tiene una fuerte relación el actual ministro de Obras Públicas, Sancho Rof- para renunciar a su definición de sindicato socialista autogestionario. Esta renuncia, por otra parte, una vez que salieron del sindicato los sectores más radicales de! mismo para integrarse en Comisiones Obreras, no parece suponer un serio trauma para el componente de la USO que supervive con sus siglas.Por otra parte, hay que constatar que, al igual que Alemania ve con simpatía el desarrollo y fortalecimiento del sindicalismo socialista en nuestro país, mientras que los apoyos a CC OO vienen por la vía del Este, los americanos no escatiman su apoyo a las formaciones autodenominadas independientes. Otro dato: el presidente del grupo de trabajadores en la OIT, el canadiense Joe Morris (en la órbita americana), ha logrado la inclusión de USO en las comisiones de trabajo del organismo internacional.
La utilización de USO, además, parece relacionada de manera directa con el intento de potenciar -paralelamente a la uniformidad que se persigue para los independientes- el sindicalismo nacionalista. Esta última operación, aun cuando el objetivo de sus mentores no fuera en esta dirección, podría concluir en un efecto paralelo al que han padecido los partido políticos con representación estatal en las nacionalidades, de las que han sido descabalgados por los partidos nacionalistas.
En este sentido, además del en sayo iniciado por el PSA para constituir un sindicato andaluz y el afianzamiento de ELA-STV en el País Vasco, de la mano del PNV, en Cataluña parece resurgir el intento de dotar de presencia sindical a casi fenecido SOC. En este último intento, la participación de USO podría ser decisiva. De otra parte es conocida la buena relación existente entre el partido de Pujol -quien en cierta ocasión apareció relacionado con Zaguirre en una posible operación de apoyo económico a USO- y este sindicato, dispuesto a renunciar a su definición socialista. y autogestionaria
El objetivo de la campana en marcha, pues, parece claro que es la central socialista. Comisiones Obreras, como se desprende de la reunión mantenida recientemente por el Comité Central del PCE, está empeñada en otra batalla, que pasa principalmente por una labor de saneamiento interno, si es que es capaz de adecuar su estrategia al tono de moderación que recomienda el partido. El sector catalán de CC OO resulta el más reacio a este giro, pese a que la experiencia de Seat le ha resultado especialmente negativa, con la victoria de UGT en las recientes elecciones celebradas en esta empresa.
Por el contrario, Unión General de Trabajadores aparece como el más serio inconveniente para que la tercera fuerza sindical que persigue UCD pueda constituirse sobre la base de los trabajadores independientes a ganar por la afiliación sindical.
Las candidaturas de no afiliados, que el Ministerio de Trabajo puede contabilizar en los resultados de las elecciones como independientes, con los que el porcentaje de esta fuerza podría sobrepasar incluso a las centrales de clase, pueden ser ganadas por UGT, si es que esta central es capaz definitivamente de superar su controversia interna en cuanto al dogmatismo socialista que sus sectores más puros tratan de mantener a toda costa.
El resultado del. último congreso de UGT, con la derrota práctica de los planteamientos de apertura que defiende la línea Zufiaur, no resulta tranquilizador en este sentido.
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