Tres policías nacionales niegan su participación en la muerte de dos jóvenes en Madrid

Los tres policías nacionales relacionados con los incidentes registrados el pasado 13 de diciembre, en los que resultaron muertos los jóvenes Emilio Martínez y José Luis Montañés, declararon ayer en el Juzgado de Instrucción número tres de Madrid, en presencia del fiscal y los abogados de la acusación particular. Los declarantes estuvieron asistidos de letrado. Los tres policías nacionales negaron su participación en la muerte de los dos jóvenes y aseguraron que se limitaron a disparar al aire.

Los policías nacionales Manuel Ortega García, Juan José López Tapia y Antonio Francisco Garrido Sánchez se ratificaron en sus declaraciones anteriores y manifestaron que no se separaron del jeep policial a cuya dotación pertenecían, y que fue rodeado por unas cuatrocientas personas, tras la manifestación no autorizada en protesta por la ley de Autonomía Universitaria. Los tres reconocieron que en aquel momento portaban las pistolas reglamentarias cuyos números les fueron indicados.Manuel Ortega declaró que realizó dos disparos al aire. Añadió que no sabía explicar cómo una de las balas que, según una prueba pericial balística procedía de su pistola, pudo ser encontrada a sesenta metros, en el cadáver de Emilio Martínez. «Pudo ser algún rebote», dijo. Juan José López manifestó que hizo también dos disparos al aire y mostró su extrañeza por el hecho de que una de las balas que, al parecer, salió de su arma, fuera encontrada debajo de un autobús, a doscientos metros del lugar.

Antonio Francisco Garrido, conductor del. vehículo policial, declaró que se bajó por la parte izquierda del jeep y permaneció sin moverse del lugar, desde donde efectuó ocho disparos al aire. Preguntado sobre las declaraciones realizadas por varios testigos, en el sentido de que le vieron disparar hacia Luis Andrés Sainz Robles -quien resultó herido en la rodilla-, manifestó que no sabía. Preguntado, asimismo, cómo explicaba que la bala procedente de su pistola fuera encontrada en el brazo de otro herido, Esteban Montes Cerrada, que se encontraba situado en la glorieta de Embajadores, dijo que no se explicaba el hecho, e insistió en que él disparó al aire.

Los tres policías nacionales no explicaron dónde estuvo aparcado el vehículo policial después de los incidentes. Afirmaron que primero fueron a Atocha y después a Cibeles, pero no aclararon dónde estuvo el jeep durante todo el período de tiempo posterior a la muerte de los dos jóvenes hasta su posterior localización.

El titular del Juzgado número tres, Clemente Auger, recordó a los policías nacionales que su declaración, por tratarse de presuntos inculpados en los hechos, no se realizaba bajo juramento. Fuentes próximas a la asistencia letrada restaron trascendencia a la declaración, por tratarse, según dijeron, de un acto de mero trámite, «sin mas importancia que concretar unos datos necesarios para la instrucción sumarial, lo que es práctica habitual en toda clase de procedimientos ». Recordaron que la declaración no implicaba ninguna acusación especial ni el procesamiento de los tres policías, que todavía no se ha producido. En sustitución de José María Stampa prestó asistencia letrada a los declarantes el abogado Carlos Usáa.

Los abogados de la acusación particular estuvieron presentes durante la declaración de los tres policías.