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La Federación Internacional del Automóvil declara ilegal la carrera disputada en el Jarama

La Federación Internacional del Automóvil (FIA), reunida en Atenas, ha declarado ilegal el Gran Premio de España de Fórmula 1. Las presiones del francés Balestre, presidente de la rama deportiva de esta federación, parecen haber sido determinantes. En la reunión estuvo presente el presidente de la Federación Española, aunque no en su calidad de tal, sino como vicepresidente del RACE.

Con extraña facilidad y rapidez, los viejos miembros de la Federación Internacional se han apresurado a oficializar la ilegalidad de la carrera española. La estricta aplicación de la reglamentación vigente, objetivo máximo que -según dice el francés Balestre- persigue la federación internacional, es la que ha obligado a adoptar una postura tan drástica y la que ha causado todos los problemas.Esa misma aplicación estricta de la reglamentación es la que -siempre en la particular concepción del respeto a la ley del presidente de la FISA- motivó las sanciones a los pilotos por no haber acudido a las reuniones previas a las carreras de Bélgica y Mónaco, y que desencadenó la polémica previa al Gran Premio de España y todas las consecuencias posteriores.

Sin embargo, el francés Balestre oculta que las sanciones a los pilotos ausentes de la reunión de Bélgica es ilegal. Porque para que lo fuera debería haber sido tomada antes de que los comisarlos firmaran el acta oficial al final de la carrera, y no días más tarde. Pero además a esta irregularidad original se une el que para el pago de la multa a la que injustamente fueron sancionados los pilotos existe, según la reglamentación vigente, un plazo de 48 horas, y no los ocho días que antirreglamentariamente les concedió la FISA. El objetivo era claramente evitar que el conflicto estallase en el Gran Premio de Mónaco, porque éste no se habría disputado.

A la ilegalidad original de la multa se unió, pues, la del plazo demasiadas irregularidades en la interpretación de una reglamentación a la que estos federativos dicen respetar al máximo como su único objetivo.

Pero es que, con ser muchas, no son estas todas las irregularidades Antes ya se había cometido la irregularidad de hacer obligatorias -en la reunión de Río de Janeiro- las reuniones previas a las carreras de fórmula 1 y comenzar a aplicar las antes de que el Boletín de la FIA, como es preceptivo, llegase a poder de todos los participantes. El haberlo comunicado a través de telex no vale más que a título informativo, nunca legal.

Y posteriormente, cuando el presidente de la FISA, el francés Balestre, estuvo presente en el Gran Premio de Mónaco, sabiendo perfectamente que los pilotos no habían hecho efectivo el pago de las multas, tenía obligación de haber impedido la celebración de esa carrera, porque -según su criterio- sería ya ilegal.

Ahora, en el comunicado hecho público por la FIA en su reunión de Atenas, se declara ilegal a la carrera española. Pero esos federativos no se dan cuenta de que automáticamente todos los pilotos y todos los equipos que participaron en el Jarama pierden la licencia para poder correr. En esas circunstancias el resto del campeonato del mundo tendría que anularse, o disputarse con otros pilotos -salvo los de Renault, Ferrari y Alfa Romeo- y otros equipos, lo que sería imposible.

De ahí que, en una muestra más de su respeto por la reglamentación, la FIA indique que se tenga consideración con los pilotos. Parece tratarse de abrir una puerta para, en una nueva irregularidad, intentar no retirar las licencias a estos pilotos para que el mundial siga disputándose.

Sin embargo, la expulsión de Bernie EccIestone -presidente de la Asociación de Constructores de Fórmula 1 (FOCA) y hombre que controla la fórmula 1- del comité de la FIA con carácter inmediato, no permitiéndole su entrada a las reuniones que tenían lugar en Atenas, no sólo evidencian otra vez el respeto por la legalidad de estos viejos federativos, sino que puede marcar el punto de ruptura definitiva entre la federación internacional y los pilotos.

Si las relaciones entre FISA y FOCA, entre Balestre y EccIestone, se rompen para siempre, no sólo el Gran Premio de Francia -próxima carrera puntuable- dejará de disputarse, sino que para los pilotos ya no quedará otra opción que crear, de la mano de EccIestone, un mundial paralelo, con las mismas reglas deportivas que antes, pero sin estar sujetos a los designios de unos hombres totalmente alejados de la realidad deportiva actual.

Mientras tanto, el representante español en esa reunión, Fernando de Baviera, presidente de la federación española -que tomó partido por Balestre y en contra de la carrera española y de su organizador, el RACE-, lo está como vicepresidente del RACE. Cuando menos, parece extraño que se aproveche la representación del RACE para acudir a una reunión internacional para luchar en contra del mismo RACE.

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