Carlos García Calvo

se ha convertido en el protagonista del primer cierre patronal de bingos registrado en España. El señor García Calvo, que nada tiene que ver con el filósofo zamorano, era el único candidato en las elecciones sindicales que iban a celebrarse en Gesazar, Sociedad Anónima, empresa que explota dos bingos en Valladolid. Horas antes, el trabajador fue despedido, lo que motivó la solidaridad y el consiguiente paro de sus compañeros. La empresa decidió entonces suspender las elecciones, por considerar que ya no había candidatos, y la huelga se mantuvo por dos días. Durante el segundo, Gesazar procedió al primer cierre patronal de bingos en España y, tres días después, envió telegramas de despido a trece empleados, entre ellos a Carlos García Calvo.