Córtese a tiempo la violencia
¿Adónde van, qué quieren, qué patria aspiraban a salvar los asesinos que un día rodearon a un muchacho y lo mataron a navajazos y otro entraron en un bar dispuestos a hacer carne y cuando se retiraron dejaron tras ellos, como rastro sangriento, un muerto y tres heridos graves?( ... )Es la violencia en sí lo que condenamos, sea cual fuere su etiqueta: la violencia de un extremo lo mismo que la del otro, porque cada una acaba siempre provocando la otra, y las dos se nutren mutuamente. ( ... )
También condenamos indistintamente a los que seguramente son los máximos culpables: los que atizan la discordia y calientan las cabezas de los asesinos hasta convencerles de que sólo matando pueden conseguir el triunfo de sus ideales, la salvación de su país.
Por encima de todas nuestras dificultades y problemas, más arriba de los desaciertos posibles de los Gobiernos, de los errores que se imputen a la oposición y de las miserias de la política, está la común voluntad de convivir pacíficamente. Pero déjese a los elementos más delirantes del país tirar de éste en sentido contrario y acabarán desgarrándolo; permítaseles seguir forjando esta cadena de crímenes y de venganzas, de réplicas y contrarréplicas cruentas, y si el poder público no la corta a tiempo podría acabar. estrangulándonos a todos los que aún queremos vivir en paz.
8 de mayo