Rota la tregua en Kurdistán
Mientras el presidente iraní acusaba a los autonomistas kurdos de seguir las órdenes del último Gobierno del sha, las fuerzas gubernamentales y rebeldes continuaban ayer sus combates en la ciudad de Sanandaj.
Ni los guardias revolucionarios ni los peshmergás (combatientes kurdos) respetaron, al aparecer, la tregua acordada en la mañana del domingo, a fin de posibilitar la recogida de los heridos y de los cadáveres.
Las dos partes se acusaron mutuamente de haber roto la tregua. El Ejército iraní, en un comunicado hecho público a últimas horas del domingo, afirmó que los rebeldes dispararon contra las fuerzas gubernamentales cuando éstas retiraban los cadáveres de las calles y llevaban ayuda urgente a la población civil. Por su parte, los peshmergás, hicieron responsables a los guardias revolucionarios de la violación de la tregua.
El cuartel general del Partido Demócrata Kurdo Iraní (PDKI) en la ciudad de Mahabad informó, por su parte, que hubo enfrentamientos entre fuerzas gubernamentales y kurdos en Urumieh, la capital del Azerbaiyán occidental, y que los peshmergás están a punto de conquistar la importante guarnición de Baneh. Un portavoz del mando general del Ejército en Teherán desmintió esta noticia.
El presidente, Abolhassan Banisadr, a su vez, reprochó a los kurdos -seguidores del exprimer ministro Chapur Bajtiar-, según él, de pedir armas al Partido Baasista de Irak y a la Unión Soviética para luchar contra sus propios hermanos.
Banisadr se reunió, el domingo también, con el ministro de Asuntos Exteriores de Cuba, Isidoro Malmierca, a quien propuso que cinco países no alineados lleven a cabo una investigación sobre la situación en Afganistán después de la invasión soviética. El presidente informó a Malmierca asimismo sobre el fallido intento norteamericano de rescatar a los rehenes retenidos por los estudiantes islámicos.
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