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Reportaje:

París, 1956: el principio de una leyenda

Servette de Ginebra, Partizán de Belgrado y Milán fueron los rivales que el Madrid dejó en el camino para llegar a la final de aquella primera Copa, a la que renunciaron a inscribirse los campeones de algunos países europeos, entre ellos Inglaterra, aún muy pagada de su condición de inventora del fútbol. El Madrid no tuvo problemas para eliminar al Servette, pero las otras dos eliminatorias fueron difíciles. Al Partizán le venció por 4-0 en el Bernabéu (dos goles de Castaños, un gran extremo prematuramente retirado por las lesiones), pero en el partido de vuelta, sobre un suelo plenamente cubierto de hielo, pasó terribles apuros para perder por sólo 3-0. En aquel Partizán jugaba como extremo Zebec, hoy entrenador del Hamburgo. En semifinales, batió al Milán por 4-2, y en el partido de vuelta perdió por 2- 1, también tras sufrir una fuerte presión.El 13 de junio de 1956, Alonso, Atienza II, Marquitos, Lesmes, Muñoz, Zárraga, Joseíto, Marsal, Di Stéfano, Ríal y Gento se alineaban en el Parque de los Príncipes de París para enfrentarse al campeón francés, el Stade Reims, cuya delantera dirigía el temible Kopa, más tarde jugador madridista. A los diez minutos ganaban los franceses por dos a cero, ante el delirio de su público. A la media hora, Di Stéfano y Ríal habían empatado. En el minuto 62, Hidalgo, hoy seleccionador francés, ponía al Stade Reims por delante, pero cinco minutos después había empatado Marquitos y A once del final Rial daba el título al Madrid. Después vendrían las otras cuatro finales, ante la Fiorentina, el Milán, de nuevo el Stade Reims y el Ebitracht de Francfort.

Juanito Alonso: cafeterías

Juan Alonso, portero, nacido en Fuenterrabía (Guipúzcoa), el 13 de noviembre de 1928. Pasó por el Logroñés y El Ferrol antes de llegar al Madrid, con veinte años; acababa de causar baja Bañón, y Adauto cubría la puerta. Alonso fue pronto titular, y al llegar la final ya era un veterano: «Pero no era fácil saltar tranquilo al Parque de los Príncipes, con el Stade Reinis enfrente. Aquel equipo era la base de la selección francesa, que por aquel entonces tenla mucho más peso que ahora. Y tenían en Kopa un delantero formidable. Creo que estuve bastante bien». Luegojugaría tres finales más. Cuando la quinta Copa de Europa y la Intercontinental seguía en el equipo, pero una lesión le había apartado de la titularidad. Ocupaba el marco Domínguez: «Fue una fractura de clavícula jugando contra el Atlético». Cuando estuvo del todo repuesto era en 1962 y tenía 34 años. «Tuve ofertas del Valencia, el Mallorca y el Oviedo, pero preferí retírarme». Con un íntimo amigo, Vicente Rodríguez, montó una cafetería, Albany, en la calle de Narváez. Con el tiempo abrió otra, en General Pardifias. «Me va bien-. Sin excesos, porque ahora ningún negocio marcha sobre ruedas, pero no tengo problemas». Tiene cuatro hijos, uno de los cuales es socio del Madrid, y él mismo tiene un abono para acudir a todos los partidos de Liga. Cuando dejó el fútbol se entrenó durante algún tiempo con el Plus Ultra y jugó algunos partidos de veteranos, pero, aunque hizo el curso de entrenadores, nunca entrenó: «Creo que es una profesión difícil e incómoda». Mantiene especial amistad con los hermanos Atienza, que frecuentan su cafetería.

Atienza: en Venezuela

Angel Atienza, lateral derecho, nacido en Madrid el 16 de abril de 1930. Su familia se trasladó a Galicia al terminar la guerra. Su hermano mayor -extremo derecho- se hizo jugador en el Santiago de Compostela y el Celta de Vigo, y fue fichado por el Madrid. El jugó en el Vivero, el Lugo y el Zaragoza antes de ser comprado por el Madrid, en la temporada 1954-1955, como relevo de Navarro. Jugó también la tercera final y estuvo en el equipo hasta la temporada 1959-1960, en que abandonó el fútbol. Los dos hermanos tienen inclinaciones artísticas, y su vida ha estado ligada al mundo del arte desde que dejaron el fútbol. Durante bastante tiempo, entre los dos llevaron un taller de construcción de objetos artísticos y decoración. Ninguno de ellos obtuvo el título de entrenador ni ha mantenido relación estrecha con el fútbol, pero sí han jugado en partidos de veteranos con cierta frecuencia. En el año 1972, Atienza II, junto con otros jugadores del Madrid retirados -Marquitos, Pachín , Pantaleón, Casado y Mateos- se enroló en una especie de aventura romántica: el Toluca, de Santander, no había conseguido ningún punto a las doce jornadas del campeonato de Tercera. Todos ellos ficharon por el club en un intento de salvarlo, y estuvieron a un punto de evitar el descenso a la regional. Desde hace cuatro años, Atienza II vive en Venezuela, donde continúa con sus actividades artísticas. Tres o cuatro veces al año viene a España, a ver a los viejos amigos. Tiene tres hijos.

Marquitos: hijo en el Atlético

Marcos Alonso, Marquitos, defensa central, nacido en Santander el 16 de abril de 1933. Comenzó como jugador en el Rayo Cantabria, de donde pasó al Rácing de Santander. De ahí lo fichó el Madrid, un año después que a Gento, que había hecho su aprendizaje en los.mismos equipos. Estuvo presente en las finales primera, segunda, cuarta y quinta; la tercera le pilló lesionado: «La que más me gustó fue la primera, por ser la primera, por la victoria sobre los franceses en su casa y porque metí un gol, el del empate a tres, cuando quedaba poco para el final y temíamos perder». Es uno de los hombres más representativos del Madrid de aquella época. La llegada de Santamaría le desplazó del centro de la defensa, pero siguió como titular en la derecha. Se fue del Madrid el año 1963, jugó en el Hércules y el Murcia y se retiró en 1965. No ha entrenado nunca a ningún equipo, y su único contacto con el fútbol de competición fue esa reaparición en el Toluca, ya comentada en el apartado de Atienza. Montó una zapatería, que es su actual negocio, y su principal diversión sigue siendo el fútbol. Frecuenta el trato de Di Stéfano, Mateos, Pachín, Ríal y varios otros, en las. célebres tertulias del Chiquifrú, bar próximo al Bernabéu. Juega un par de días a la semana al fútbol con unos amigos, y está siempre presente en los partidos de veteranos., Un hijo suyo es titular en el Atlético, «aunque yo nunca le he forzado parajugar; se le ha dado bien y ahí está. El siguiente, que tiene dieciséis años, juega aún mejor». Tiene también una hija de veintidós. Es socio del Madrid y parroquiano del Bernabéu, el Manzanares y el campo de Vallecas.

Lesmes: ojeador del club

Rafael Lesmes II, lateral izquierdo, nacido en Ceuta el 9 del noviembre de 1926. Sus primeros equipos fueron el Atlético Ceutí, Betis de Jadú, Atlético Tetuán y Valladolid. De este último -en el que jugó junto con su hermano- pasó al Madrid el año 1952, y se mantuvo hasta 1960: «Jugué las tres primeras finales y eliminatorias en las otras copas. Creo que la clave de aquellos éxitos fue la fe que teníamos en nosotros mismos y nuestra capacidad de superación cuando las cosas iban mal. Salvamos momentos muy difíciles. Aquella final fue uno de ellos, porque estuvimos dos veces por detrás en el marcador, pero yo creo que hubo momentos peores. Por ejemplo, los primeros minutos en el partido de Manchester: en un cuarto de hora no podíamos salir de medio campo, pero nos sobrepusimos y en el descanso ganábamos por dos a cero, con la eliminatoria resuelta». Vive en Valladolid, junto con sus tres hijos, y está metido en el mundo de la construcción. Pero sigue trabajando para el Madrid, al que presta servicios como ojeador: «Cada fin de semana voy a ver algún partido en el que juega algún chico que puede interesar. Me avisan del club y voy donde me dicen y el club me paga una cantidad por hacerlo, de modo que sigo perteneciendo al Madrid. Es un trabajo que me gusta, porque me mantiene ligado a dos pasiones, el fútbol y el Madrid. De cuando en cuando me acerco al club a pasar mis informes y abrazar a los viejos amigos. Por supuesto, hay una gran amistad entre todos. Sin ello no se hubiera podido ganar todo lo que se ganó». No cree que ninguno de sus hijos llegue a jugador, aunque el pequeño practica el baloncesto.

Muñoz: 25 años en el club

Miguel Muñoz, medio derecho, naQido en Madrid el 19 de enero de 1922. Jugó en el Imperio, Logroñés, Racing y Celta antes de ser incorporado al Madrid en el año 1948. Fue el capitán en aquella final y en la siguiente, y el hombre de más larga dedicación al Madrid de los que jugaron esta final. Tra retirarse como jugador, después de la tercera Copa, entrenó un año a Plus Ultra, y al siguiente ya fue nombrado entrenador del equipo Como tal asistió al triunfo en la quinta Copa de Europa y en la Intercontinental. Permaneció como entrenador en el club trece temporadas, récord en el fútbol es paño¡. Sobre él recayó la dificil ta rea de renovar aquel equipo d monstruos. Poco a poco fue dando paso a una nueva promoción, en la que destacaron. de forma especia Amancio, Zoco, Pirri, Velázquez y Grosso, con los que consiguió la sexta Copa de Europa, en 1966. La mala marcha del equipo en la temporada del fichaje de Netzer y Oscar Mas y ciertos malestares en la plantilla le costaron el puesto. Tras ser cesado estuvo algún tiempo sin entrenar, hasta que fichó por el Granada, equipo con el que descendió a Segunda. «Yo no descendí al Granada, el Granada me descendió a mí», afirmó alguna vez. Parecía apagada, su estrella como entrenador, cuando fichó por Las Palmas, equipo con el que hizo dos excelentes campañas. Esta temporada entrena al Sevilla, que realiza una campaña discreta. No tiene otra actividad que la de entrenador. Tiene dos niñas.

Zárraga: gerente del Alavés

José María Zárraga, medio izquierdo, nacido en Las Arena (Vizcaya), el 15 de agosto de 1930 Jugó en el Ibarra, de Erandio, y en el Arenas, de Guecho, hasta ser fichado por el Madrid, el año 1949 estuvo cedido al Plus Ultra una temporada. Jugó las cinco finales y fue capitán en la última y en la Intercontinental: «Al principio no se sospechaba que la Copa de Europa iba a llegar a interesar tanto, pero pareció siempre muy interesante para los jugadores. Ganar la final en París al Stade Reims nos satisfizo terriblemente, pero yo me acuerdo más de la eliminación del Manchester en la segunda Copa. Los ingleses no se inscribieron en la primera, y en la segunda se daban como ganadores. Aunque habíamos ganado por 3-1 en el Bernabéu, en Inglaterra se comentaba que nos ganarían por diez. Luego, según pasaban los años y los partidos, lo cierto es que llegamos a sentirnos imbatibles. Habíamos superado tantos momentos difíciles, que teníamos una fe ciega, y cuanto más nos exigía el partido, mejor jugábamos». Retirado en 1962, recibió un homenaje en partido contra el Manchester. Estuvo incorporado al cuadro técnico del Madrid, y después entrenó al Málaga y al Murcia. En 1966 el Málaga le ofreció el cargo de gerente y le abrió una nueva vía profesional, por la que todavía transita. En la temporada 1972 pasó, también como gerente, al Valencia, en el que estuvo dos temporadas. Y desde hace cinco años es gerente del Alavés, club que este año mantiene posibilidades de subir a Primera. Tiene cuatro hijos y conserva especial amistad con Antonio Ruiz, aunque sus relaciones con todos sus compañeros de aquella época y con el club son excelentes.

Joseíto: Coruña y libro

José Iglesias, «Joseíto», extremo derecho, nacido en Zamora el 23 de diciembre de 1926. Empezó a jugar en el Atlético Zamora, de donde pasó al Valladolid, Salamanca y Rácing, club que le traspasó al Madrid, tras romperse las negociaciones para su pase al Atlético cuando estaban casi concluidas. Estuvo en el Madrid desde 1951 a 1959. Jugó las dos primeras finales y partidos de la tercera y cuarta Copas: «Lo que recuerdo con más cariño es anterior a las Copas de Europa: las dos veces que ganamos la Pequeña Copa del Mundo. Creo que fue entonces cuando se forjó el gran Real Madrid. También recuerdo con cariño partidos que he resuelto con goles decisivos; claro que si no llego a estar yo los hubiera marcado otro». Al dejar al Madrid jugó en el Levante y el Rayo. Retirado, entró en los servicios del Madrid como técnico supervisor del amateur y del Rayo, entonces filial del Madrid: «En aquella época salieron De Felipe, Grosso y Velázquez, entre otros». Luego ha seguido una larguísima carrera como entrenador, que incluye Celta Tenerife, Mallorca, Granada (tres veces), Valencia, Córdoba, Murcia, Tarrasa, Leganés y Coruña club este al que ha llegado hace poco con el fin de intentar salvarle del descenso a Segunda B. Sigue pensando en madridista: «Desde todas partes se puede servir a Dios. Yo le paso al Madrid todos los in formes que me pide de los jugadores que veo, y mi sueño es volver a la casa como técnico algún día» Ningún año se ha quedado sin trabajo. Tiene tres hijos, buenos estudiantes los tres, y prepara un libro sobre sus experiencias en el Madrid y sobre la vida de los futbolistas hace veinticinco y treinta años.

Marsal: negocios

Ramón Marsal, interior derecho, nacido en Madrid el 12 de diciembre de 1934. Comenzó como jugador en los juveniles del Madrid, a los dieciséis años. Jugó primero, como cedido, en el Levante y el Murcia. Esta fue la única final que jugó, aunque participó en copas posteriores. Olsen había sido el titular durante la temporada, pero en la final estaba lesionado y Villalonga, entrenador, dudó hasta última hora entre Pérez Payá y él para el puesto. Al final se decidió por el joven Marsal, que iba para fenómeno por su inteligencia y su soberbio regate. Aún se recuerda un gol que le hizo a Carmelo en el año 1958, en partido contra el Athlétic, tras recrearse con incontables regates en el área chica. Una lesión de rodilla malogró su futuro futbolístico cuando aún tenía sólo veinticuatro años. Pasó varias operaciones con los doctores Duarte, Cabot y Trillat, éste en Lyon, pero tras ser cedido por el Madrid al Levante y al Murcia tuvo que abandonar el fútbol a los veintiocho años. Supo compaginar el fútbol con los estudios y terminó la carrera de ingeniero industrial. Desde que dejó la práctica del fútbol quedó desligado completamente de este deporte, aunque de cuando en cuando se acerca por el club para ver a los viejos amigos. Durante algún tiempo trabajó en negocios de promoción de venta de coches. Ahora trabaja en negocios familiares. Tiene cinco hijos, uno de los cuales juega al baloncesto en el juvenil del Real Madrid.

Di Stéfano: divorciado del Madrid

Alfredo Di Stéfano, delantero centro, nacido en Buenos Aires el 4 de julio de 1926. Comenzó como jugador en River Plate, que lo cedió a Huracán para recuperarlo poco después. Tras un enfrentamiento de jugadores y clubes en Argentina, se marchó a Colombia para enrolarse en el Millonarios de Bogotá, sin que este club comprase su ficha. El Madrid lo compró al Millonarios y el Barcelona al River, al que legalmente pertenecía, y por algún tiempo no se supo en cuál de los dos equipos jugaría. La Federación decidió que un año con cada uno, pero el Barcelona prefirió renunciar a sus derechos y quedó para el Madrid, que gracias a él vivió su época de gloria. Jugó las cinco finales victoriosas y durante aquella época fue considerado, sin discusión, el mejor jugador de todas las épocas,condición que sólo se le discutió desde la madurez de Pelé. En total, jugó en la Copa de Europa 62 partidos y marcó 49 goles. Llegó al Madrid con veintisiete años y se fue con 38, cuando el club le dio la baja. Quiso prolongar su carrera y jugó dos temporadas más, sin éxito, en el Español. Después se hizo entrenador y dirigió al Elche -sin fortuna-, al Boca Juniors, al que hizo campeón, tres temporadas al Valencia, con un título de Liga, y al Rayo, de donde fue cesado a media temporada. Ha regresado al Valencia, con el que lleva una buena campaña. Tiene seis hijos y sus compañeros de aquellos años le siguien considerando un monstruo y hablan de él con, enorme respeto. Pese a que su enfado con Bernabéu cuando se le dio la baja en el Madrid le apartó de toda posibilidad de trabajar en el club en mucho tiempo, para muchos sigue siendo un pedazo viviente de la historia del club. Los años que se ha quedado sin equipo ha vivido en Madrid y ha matado horas en la tertulia del Chiquifrú, a pocos metros del estadio, al que llama cariñosamente «la fábrica».

Héctor Rial: trotamundos

Héctor Rial, interior izquierdo, nacido en Buenos Aires el 14 de octubre de 1928, hijo de padres gallegos. Jugó en el San Lorenzo, el Independiente de Santa Fe (en Colombia) y el Nacional de Montevideo, hasta que fue fichado por el Madrid, recomendado por Di Stéfano. Fue el hombre de aquella final, con dos goles: «Ellos marcaron dos tantos en seguida y todo parecía perdido, pero Alfredo acortó distancias y yo conseguí empatar. En la segunda parte se volvieron a adelantar, pero en una jugada Marcos llegó de atrás y marcó un gol como se toma una trincherá, arrasando el área chica de ellos. A dieÍminutos del final hice el gol de la victoria». Jugó otras tres finales victoriosas: «La mejor fue la tercera, con el Milán. Parecía un partido de tenis. En cada jugada había peligro en una puerta. En el descanso, el público nos despidió con una enorme ovación». Su delantera favorita de aquella época fue la compuesta por Joseíto, Mateos o Marsal, Di Stéfano, él y Gento. Se fue del Madrid el año 1960, jugó unos meses en Chile, algunos partidos en el Español y luego en el Olympique de Marsella. Se hizo entrenador y ha dirigido al Mallorca, Pontevedra, Zaragoza, Las Palmas, dos años la selección olímpica española, ha sido dos veces asesor en Europa del seleccionador argentino y ha entrenado también al Guadalajara de México, selección de Arabia Saudí (con Puskas), Coruña, Estudiantes de La Plata y selección de El Salvador. De allí se vino recientemente por la situación de aquel país. Ahora espera que le salga algún equipo: « Puede ocurrir antes del final de temporada». Tiene dos hijas y una nieta.

Gento: entrenador del Palencia

Francisco Gento, extremo izquierdo; nacido en Guarnizo (Santander) el 21 de octubre de 1933. Jugó en el Rayo Cantabria, Rácing de Santander y Madrid en un mismo año. Llegó al Madrid con diecinueve años y se retiró poco antes de cumplir los 38. Jugó las seis finales de Copa de Europa ganadas por el Madrid, pues enlazó con la generación ye-ye, campeona en 1966, año en que sabía perseguir los lanzamientos de Velázquez con la misma facilidad con que diez años antes perseguía los de Rial. Es el jugador de más larga trayectoria en la historia del club, el que mayor número de partidos ha jugado en la Copa de Europa en la historia de la competición y, por supuesto, el que más títulos ha conseguido en la misma. El Madrid le ofreció un homenaje ante el River Plate cuando llevaba diez años en el club, y.otro siete más tarde, ante Os Belenenses, cuando estaba a punto de retirarse. Hizo la carrera ,de entrenador y tras un año en el juvenil del Madrid fue al Castellón, donde cesó a media temporada. Tras un tiempo inactivo, entró hace tres temporadas en el Palencia, al que ascendió a Segunda División. Sigue entrenando a este club que marcha en la zona media de la tabla. Casado con la antigua vedette Mari Luz Real, tiene dos hijos, pequeños aún. El testigo deportivo de los Gento lo ha recogido de momento Llorente, hijo de una hermana suya, que juega como base en el Real Madrid de baloncesto. Gento invirtió sus ganancias en comprar algunos pisos, pero hoy su única actividad es la de entrenar al Palencia.

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