Electra de Viesgo destina el 97% de sus beneficios para retribuir al accionariado

Electra de Viesgo destinará casi el 97% de sus beneficios distribuibles a retribuir a sus accionistas. Esto supone continuar con la tendencia manifestada por las empresas del grupo eléctrico en los últimos años, según la cual la mayor parte de sus excedentes empresariales, esto es, sus beneficios, se destinan a retribuir a su accionariado, olvidando en buena medida la dotación a amortizaciones y fondos de reserva.«La realidad de estas empresas no da para más», manifestó el presidente de la empresa, Luis Ybarra, ante la junta de accionistas, celebrada ayer en Bilbao.

Un punto constante de referencia en su intervención fue la necesidad de adecuar las tarifas eléctricas a los costes reales de producción. «El aumento medio de las tarifas en 1979, estimable en un 21,19%, sólo asimila el incremento en los precios de los combustibles, mientras que los aumentos también apreciables en los demás factores de la producción y distribución solamente quedan cubiertos de forma parcial, como se reconoce en el propio preámbulo del decreto de 6 de julio», comentó calificando a este aumento de solución parcial al problema para la que el presidente reclamó una política de precios reales.

En el capítulo de cifras destacan los 1.015 millones de beneficio líquido al que, unido el remanente del ejercicio anterior, y restadas las previsiones para obligaciones tributarias, arrojan la mencionada cifra de ochocientos millones de beneficio distribuible.

Los recursos propios de la empresa se elevaban, a 31 de diciembre de 1979, a 23.558 millones de pesetas, con un incremento de 8.000 millones como consecuencia de las regularizaciones permitidas por la ley de Presupuestos de 1979.

Entre los acuerdos se solicitó autorización a la junta para aumentar el capital social -sin que se fijase fecha para realizar esta operación, de la que se mostraban poco partidarios miembros allegados al consejo de administración-, así como permiso para emitir obligaciones por un valor máximo de 8.000 millones de pesetas, de los que al parecer ya tienen comprometidos 1.500 en un nuevo empréstito dirigido al mercado nacional, y a punto de conseguir autorización para desarrollar una operación similar en los mercados internacionales.

Por último se aprobó el reparto de un dividendo complementarlo con cargo al ejercicio de 1979, el día 1 de julio próximo, de 27,94 pesetas brutas, que, sumado al a cuenta que repartió en enero, da un total de 5,88 pesetas.