Una
súbdita mexicana, Marta de Gómez, afincada últimamente en la localidad murciana de Librilla, ha hecho la penitencia cuaresmal de cuarenta días viviendo sólo a base de agua y limón. Marta de Gómez, que tiene en la actualidad cincuenta años, afirma que no ha visto a un médico desde hace más de treinta años. Sobre su experiencia, ha declarado a Efe: «Los primeros diez días son los más difíciles. Pero, una vez superados, el cuerpo va cogiendo más fortaleza y se completan los cuarenta días sin ningún problema. Hasta ahora, mis penitencias de cuaresma duraban quince días; nunca había llegado a los cuarenta de este año.»
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