Dos desconocidos, al frente del Mundial

Dos pilotos prácticamente desconocidos del gran público, el francés René Arnoux y el brasileño Nelson Piquet, figuran, empatados a puntos, al frente de la clasificación del Campeonato del Mundo de Fórmula 1. Hasta ahora, la sólida y cerrada estructura del circo jamás había permitido que dos recién llegados se hicieran con el poder, como lo han hecho éstos, y nada parece indicar que la situación vaya a cambiar.Sin embargo, la primera carrera de la temporada, con victoria para Alan Jones, parecía indicar que este año sería casi un paseo triunfal para el gran piloto australiano y su Williams, que se habían mostrado invencibles desde la segunda mitad de la pasada temporada. Pero dos victorias consecutivas e inesperadas del joven René Amoux, segundo piloto del equipo Renault, daban un vuelco a la clasificación y colocaban al pequeño galo en cabeza del Mundial.

Pero, desde el pasado domingo, Amoux ya no está solo en la cabeza de la clasificación del Mundial. La victoria inapelable del brasileño Nelson Piquet en Long Beach, después de haber sido el más, rápido en los entrenamientos oficiales de haber dominado la carrera de principio a fin y de haber batido el récord de la pista, coloca a Piquet igualado a puntos con Amoux.

Nelson Piquet es prácticamente un recién llegado a la fórmula 1. La de este año es su segunda temporada completa y siempre en el seno de la escudería Brabhani, cuyo propietario y director es Bernie Ecclestone, el padrino, el hombre que controla casi todo en el circo de la fórmula 1.

El brasileño, que el próximo agosto cumplirá veintiocho años de edad, debutó en la categoría -reina en el Gran Premio de Alemania de 1978. Su fama venía avalada por unos éxitos casi sin precedentes en el campeonato británico de fórmula 3, donde, pese a la tremenda igualdad de los vehículos, sus actuaciones se contaban por récords y victorias. Además, el brasileño contaba a su favor con el hecho de estar fuertemente respaldado económicamente,

Después de algunas carreras casi de toma de contacto, Piquet tuvo opción de entrar en el equipo Brabham, donde formaría parte con el austríaco Niki Lauda, como primer piloto de la escudería. Pese a la fama que rodeaba a Piquet, éste tuvo que hacer frente a una especie de subasta por el puesto que quería ocupar, al estar Lauda empeñado en que fuera el italiano De Angelis -con cuyo padre Lauda quería formar una empresa de líneas aéreas- y no Piquet su compañero de equipo.

En ningún momento ocultó Lotus su disgusto por no haber sido De Angelis -que pasó primero a Shadow y ahora triunfa también con merecimiento en Lotus- su compañero, y los roces con su director de equipo, Ecclestone, fueron en aumento. El dos veces campeón del mundo no veía con agrado el rapidísimo y espectacular progreso del brasileño, que hacía más y más incómoda su postura en el equipo, al poner de manifiesto su falta de estímulo para correr. Piquet, pese a su inexperiencia y al desconocimiento de los circuitos, superaba con claridad los tiempos de su jefe de filas, y este último terminó por retirarse de forma repentina de la competición antes de terminar la pasada temporada.

Para este año, Nelson Piquet ,Contaba con la responsabilidad de haber ascendido al puesto de jefe del equipo Brabham, uno de los de más prestigio, pese a contar sólo con veintisiete años de edad y llevar únicamente una temporada en la fórmula 1. Piquet no lo ha desaprovechado. Después de cuatro carreras disputadas, y cuando en el mal diseñado y peor reestructurado calendario del Mundial sólo: quedan tres para terminar la primera mitad -de la que habrán de sumarse cinco resultados-, el brasileño se encuentra en una magnífica situación para afrontar la segunda mitad de la temporada con grandes posibilidades.