Crecimiento constante.
Los quince años que se recogen en el gráfico se han caracterizado por un crecimiento constante de los precios industriales y de los costes directos de producción: costes de trabajo y coste de materias primas. A partir del comienzo de la crisis, año 1974, el crecimiento de los costes directos se dispara, situándose la marcha de los costes de trabajo por encima del crecimiento de los precios de la industria. Los precios de las materias primas experimentan fuertes alzas discontinuas, que recogen fundamental, aunque no únicamente, los encarecimientos de la energía. Este menor crecimiento de los precios industriales respecto del registrado en los costes directos (costes de trabajo y precios de materias primas) ha afectado a los excedentes de la industria y causado gran parte de sus graves problemas actuales.
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