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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La programación

Se emite hoy por la primera cadena un nuevo programa de Teatro breve: la adaptación de La difunta, de Miguel de Unamuno, según realización de Francisco Montolio. La noticia no está en el trance que le pueda deparar a la obra de Unamuno su paso por TVE, sino en la contraoferta de TVE, por la segunda cadena, que a la misma hora emite otra obra de teatro, camufiada para el programa Encuentros con las letras, con Antígona, de Jean Anouilh, programa que ya se emitió hace dos años (el 2 de febrero de 1978), adaptada y realizada por Fernando Delgado, quien, para mayor coincidencia, es también el protagonista principal del Teatro breve que se emite por el primer ca...

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nal.No es éste el único caso en que los programadores (la junta de programas que toma estas decisiones está integrada por el alto staff directivo) se equivocan voluntaria o involuntariamente. En realidad, la programación actual constituye un error inédito en la historia de TVE y que no admite comparación con la programación de otras televisiones. Ninguna televisión del mundo emite, en su horario estelar, seriales a capítulo diario, como aquí sucede con los Grandes relatos. Los directivos han abortado la producción propia, y ahora tampoco saben programar lo poco que tienen. No es posible encontrar ni en la televisión británica, alemana, italiana, belga, holandesa o francesa algo parecido a lo que ocurre en la sobremesa de TVE: dos horas y cuarto ininterrumpidas (desde las 13.57 hasta las 16.15), de lunes a viernes, de programas más o menos informativos: A vance telediario, Programa regional simultáneo, Gente, hoy, Telediario, Gaceta cultural y De cerca. Este último espacio es el único que se modifica a lo largo de la semana y que, en el caso de los viernes, prolonga el «ni carne ni pescado» del programa Cosas hasta las siete de la tarde; es decir, cinco horas ininterrumpidas de variedades.

El esquema vuelve a repetirse en la programación de tarde y noche. El telediario de la segunda edición (excepto algunos miércoles), va acompañado de otros programas informativos y similares. Los lunes: Gran estadio, Telediario y 300 millones (popurri de textos e imágenes con tres o cuatro canciones de acompañamiento), que totalizan otras dos horas y cuarto. Hora y media cuando el telediario va seguido de Primera página y una hora cuando va precedido de Más vale prevenir o Españoles en el Pacífico. Ni siquiera los fines de semana nos liberan de la sobredosis de lo que TVE llama información: los domingos s e emiten dos horas seguidas como preludio a La casa de la pradera: El canto de un duro, Siete días y Noticias del domingo. El primer telediario de los sábados va precedido por una hora de Parlamento. Cuando la entrevista con el ministro de turno se queda corta -como sucedió con Ricardo de la Cierva el pasado sábado-, se rellena con un pequeño reportaje sobre lajardinería en Estados Unidos.

Cuando finaliza un telefilme norteamericano es sustituido, como norma, por otro telefilme norteamericano; excepto en aquellos casos en que se olvidan de comprarlo. Así, Dallas es reemplazado por el musical Retrato en vivo (trasladado de la sobremesa de los sábados a la noche de los martes, para mayor desconcierto), con una duración de sesenta minutos y que continúa, en la emisión, acto seguido, con un recital de una hora.

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