Encinas: "Hay una mano negra en el Rayo"

«En el Rayo hay una mano negra que pretende desestabilizar al club. Estoy hasta las narices de que la gente piense que robamos dinero. Soy cristiano, y al final confío en que Dios dará la razón a los justos. Se han dicho muchas falacias, infundios y críticas a mi persona que me han indignado, aunque ya me resbalan. El 30 de junio tiraré de la manta.» Francisco Encinas, presidente del Rayo, se vio ayer en la necesidad de convocar una rueda de prensa en la que intentó aclarar la situación conflictiva de la entidad en los últimos meses. Respecto a la frase de Héctor Núñez -«Encinas es un presidente bastante nefasto»-, señaló que sus abogados estudiarán si es materia querellable.La primera intervención de Encinas puede resumirse en las frases reseñadas. Los duros ataques de que ha sido objeto le hicieron cometer una imprudencia más, quizá por ingenuidad. Ayer, el presidente rayista tuvo que exponer con claridad suficiente el estado actual de las cuentas, ciertamente con un lujo de detalles raramente utilizado en el resto de clubes españoles, para eximirse de insinuaciones de manejos económicos. Incluso se hizo público el dinero avalado por la actual directiva, a través de una operación crediticia, por valor de unos 42 millones de pesetas. Se mostraron también documentos de una cantidad superior a los veintiún millones adelantados, en efectivo. Un detalle; aunque, evidentemente, en su momento se recuperará el dinero.

Andrés Rodríguez, tesorero, realizó un exhaustivo informe de la situación económica del club. Hasta el momento se han recaudado -taquillas, socios y abonos- un total de 92 millones, y se han gastado casi 101. Se pormenorizó, asimismo, la deuda actual que tiene el club con varios jugadores, a los que aún no se les ha pagado el 25% de la ficha del contrato. En la actualidad supera los siete millones. También se mostraron las cuentas de la «operación Morena», por un valor total de unos 42 millones, incluida la gratificación para el correspondiente intermediario.

Pareció quedar fuera de toda duda cualquier tipo de acción delictiva en el manejo del dinero. Quizá fue lo más positivo de la conferencia informativa. Pero, al mismo tiempo, se dio carácter de oficialidad a los errores, continuos, cometidos por la directiva rayista, que se ha creado multitud de problemas por inexperiencia. Así, el cambio en la forma de pago al Peñarol por el traspaso de Morena resultó clave en el malestar de los jugadores a los que no se les pagó en su momento.

La ingenuidad de Encinas le llevó a reconocer que se habían falseado, «adulterado», dijo, el detalle de las recaudaciones que se entregan en el transcurso de los partidos. «Es por lo del impuesto de menores», admitió, «aunque todos sabemos que todos los clubes lo hacen.» El día del Madrid se dijo que el taquillaje fue de unos cinco millones, cuando la realidad es de cinco kilos mayor. El capitán del equipo, Uceda, presente en la reunión, y el propio Encinas, admitieron que la actual situación negativa se debe a todo el «cúmulo de cosas que han rodeado al Rayo».

También se justificó el coste del palco del estadio, introducido en una partida de, obras por valor de unos 38 millones de pesetas.