Primera reunión del comité federal del PSOE después de la crisis interna
El comité federal del PSOE celebrará hoy y mañana su primera reunión después del Congreso Extraordinario de septiembre. Aún no se han apagado por completo los conflictos originados por la crisis interna del pasado año, pero todo parece indicar que la composición del órgano citado -el más importante entre congreso y congreso- es netamente favorable a las posiciones representadas en la dirección. Felipe González propondrá hoy un plan para los próximos meses, junto con algunas novedades organizativas, en las que se incluye la gestión directa por las federaciones de una parte de los fondos económicos del PSOE. Asimismo se tomarán decisiones sobre los procesos electorales de Cataluña, País Vasco y, eventualmente, el referéndum andaluz.
Precisamente, el comité federal del, PSOE habrá de dar su aprobación, durante la reunión que hoy se inicia, a las candidaturas socialistas a los Parlamentos vasco y catalán. Según declaraciones a EL PAÍS de la secretaria de la organización, Carmen García, la importancia de que vascos y catalanes traigan sus listas al comité federal del partido no reside en la capacidad de control o veto de dicho órgano sobre esas federaciones, sino en el hecho de dejar claro que el PSOE es «un partido federal, y no una federación de partidos», regido por el principio de la solidaridad.La ejecutiva del Partido Socialista cree que las corrientes internas del socialismo catalán irán diluyéndose poco a poco, y que a medio plazo no constituirá el problema que ha llegado a ser en la etapa siguiente a la fusión de los tres colectivos socialistas catalanes en un solo partido, el PSC. Ni que decir tiene que la dirección del PSOE ha «desalentado» cualquier otro intento de organización de corrientes a partir de los sectores enfrentados en la crisis pasada.
Junto a la atención al problema electoral -la propia ejecutiva tiene esperanzas de victoria bastante firmes en Cataluña, mientras que se muestra realista respecto a las dificultades del País Vasco- habrá un debate sobre el plan de trabajo para los próximos seis meses, que ha sido elaborado básicamente por Carmen García Bloise, Joaquín Almunia, María Izquierdo y Luis Fajardo, y que se aprobó en la última reunión de la ejecutiva.
El primer eje de dicho plan es el trabajo municipal, en que los socialistas están dispuestos a fundamentar la base de sus aspiraciones electorales para 1983. «Creo que no tendremos que pasarnos estos tres años sólo en la tarea de sanear financieramente las deudas recibidas», afirma el secretario de política municipal del PSOE, Luis Fajardo. «La inclusión en la ley de Presupuestos de la autorización para la liquidación de deudas es un paso adelante. Seguimos a la espera de la ley de Régimen Local, anunciada por el Gobierno, que va a retrasarse más de lo que se piensa, porque UCD no sabe qué hacer ni cómo orientar su política municipal. Seguimos teniendo muchos problemas, pero nosotros vamos a hacer un enorme esfuerzo para que el ciudadano vea en la práctica lo que es ser administrado por los socialistas en lugar de por UCD.»
El segundo eje del plan es de carácter sindical. El PSOE ha hecho una conocida apuesta en favor de las tesis del sindicato socialista -UGT- y de una política de «grandes acuerdos», a lo cual responde el acuerdo-marco con la CEOE; su problema más inmediato no es sólo combatir a Comisiones Obreras, el sindicato de in fluencia comunista, sino lograr que la patronal acepte negociar los compromisos firmados por la CEOE, cosa que no está ocurriendo en algunos lugares. Intimamente ligado a dicha estrategia está el modelo de salida de la crisis económica, que actualmente elabora el equipo de Javier Solana, secretario de estudios y programas, y en el que el salario monetario pierde importancia frente a otros instrumentos indirectos de mejora social.
Autonomías: «El Gobierno debería habernos consultado»
El tercer eje es el autonómico. Pero aquí da la impresión de que la ejecutiva del PSOE, aun conocedora de las líneas generales del plan de UCD para el frenazo autonómico, se ha visto un tanto sorprendida por la rapidez y contundencia de la decisión centrista. «El Gobierno», dice Carmen García, secretaria de organización, «debiera haber constatado con la mayoría de la oposición sus planes racionalizadores en materia autonómica, sin dar ese brusco viraje, que puede hacer que vuelque el coche, y que, concretamente en Andalucía, es capaz de provocar situaciones graves en un pueblo que ya tiene suficientes motivos para estar desesperado.»Con independencia de este tema concreto, las otras preocupaciones autonómicas inmediatas del PSOE se dirigen a Galicia -donde los socialistas votarán no en el referéndum del Estatuto, salvo que UCD acepte negociar ciertos aspectos, con la contrapartida de abstenerse- y, por supuesto, a la preparación de las elecciones a los Parlamentos vasco y catalán, tema ya mencionado.
Estas son las líneas básicas del plan de la ejecutiva. Queda un último tema de interés, y es el nuevo esquema organizativo del partido que va a proponer la dirección, y en el que no se prevé desarrollo alguno de las «corrientes de opinión». Junto al mantenimiento de la actual organización territorial -agrupaciones locales, federaciones provinciales, federaciones regionales-, e incluso el intento de incrementar en setecientos el número de agrupaciones locales del partido, existe la idea de «dar un nuevo ritmo» al trabajo de la militancia, introduciendo de nuevo lo que en otros tiempos se denominaran «frentes de lucha», y que consiste en que estén juntas las personas con una vinculación profesional, de trabajo o de preocupaciones sociales comunes, en lugar de limitarse al marco orgánico de una agrupación de base en la que militan personas de variados sectores y dedican todo su tiempo a «discutir de política».
Por otra parte, ya está en marcha la configuración de todo un sistema de delegados federales y equipos de asesores de cada una de las secretarías que forman parte de la comisión ejecutiva. José Félix de Tezanos, Manuel Sánchez Alonso, Roberto Dorado, José Félix de Rivera y Alfonso Palomares son el equipo de «delegados federales» más vinculados a organización. Existen también delegados en materia de sanidad, ecología, mujer o tercera edad; hay proyectos de creación de otros para campesinado, enseñanza y movimiento cooperativo.
Todo este abanico de temas a la consideración del comité federal no excluye un estudio de la situación política actual. Para la ejecutiva socialista, es evidente que UCD carece de programa e incluso de coordinación política interna, y no se explican cómo es posible que el Gobierno haya abierto, al mismo tiempo los frentes del Estatuto de los Trabajadores, el Estatuto de Centros Docentes, la ley de Autonomía Universitaria y el giro en política autonómica. «Alguien va a pensar que los políticos se han vuelto locos», comenta, todavía sonriente, un miembro de la dirección del PSOE.
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