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Sigue sin acuerdo la reestructuración del grupo ENASA

«Somos conscientes de que la empresa se enfrenta con una crisis que fije la reestructuración de la misma, pero una cosa es colaborar para paliar esa crisis aceptando sacrificios y otra sacrificarse a cambio de nada», aseguraron los representantes de la factoría Sava-ENASA de Valladolid, que asistieron el pasado Lanes a la reunión mantenida por el comité interfactorías con el presidente del INI y con la dirección del grupo ENASA para estudiar la reestructuración de las empresas del grupo.En la citada reunión no hubo acuerdo y quedaron rotas las negociaciones.

Los representantes de los trabajadores, según palabras de los miembros del grupo vallisoletano, están dispuestos a negociar en torno a dieciséis de los diecisete puntos que presenta la empresa, pero a cambio exigen que ENASA garantice el empleo. Estas cuestiones no las acepta la empresa, quien en su plan de reestructuración estima que sobran 1.700 trabajadores, de los que 1.400 podrían causar baja mediante la aplicación de una serie de medidas tales como la jubilación anticipada a los 58 años con carácter voluntario, jubilación en el caso que la empresa llama «incapacidad grave para el trabajo», no cubrir los puestos en caso de fallecimiento o invalidez, excedencias pactadas y suspensión temporal de contratos en función del paro tecnológico.

«El problema», indican los representantes de los trabajadores, «es que la empresa no quiere dejar cerrada la puerta a un despido más amplio, es decir, que no se trata sólo de reducir la plantilla en 1.400 trabajadores o de llegar a los 1.700; si pensamos que la plantilla total es de 12.000, esto no implicaría problema alguno para garantizar el empleo a cambio de las medidas sobre las que estamos dispuestos a negociar e incluso a aceptar.»

Los trabajadores temen que el volumen de despidos, al dejar la puerta abierta este año, sea mucho más elevado en función de las exigencias de las multinacionales interesadas en adquirir las empresas del grupo ENASA (se habla de que en este sentido están adelantadas las negociaciones con Volvo y Mercedes).

Tras la ruptura de negociaciones, los representantes de los trabajadores estiman que no tienen ante sí otra alternativa que las movilizaciones. «Cuando no se da nada a cambio de unos sacrificios importantes». señala, «e incluso nos amenazan con el despido, son pocas las salidas que quedan.» Sin embargo, no está aún concretado qué tipo de medidas de presión se pueden adoptar.

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