Una expulsión injusta favoreció al Madrid
Pobre partido en el Bernabéu entre el Madrid y el Sevilla. Los andaluces jugaron a la defensiva y el Madrid no buscó otra fórmula de ataque que los balones bombeados. Paco, que por lo demás hizo un gran partido, facilitó el primer gol en un fallo infantil. Después, la expulsión injusta del sevillista Juanito dejó las cosas resueltas.El Sevilla se presentó en el Bernabéu con vocación defensiva. Amontonó gente atrás y limitó sus posibilidades ofensivas a contraataques dirigidos por Bertoni, que casi nunca supo dotarlos de peligro, aunque Biri y Juan Carlos le apoyaron bien. Los hombres de arriba, Montero y Joaquín, no hicieron las cosas bien las pocas veces que les tocó intervenir, y el peligro que creó el Sevilla fue muy reducido.
Por su parte, el Madrid tampoco hizo fútbol vistoso. Sus laterales subieron continuamente por la banda, bien movidos por la media, y una vez allí lanzaban balones altos, en busca de las cabezas de Roberto y Santillana. Cunningham sólo aparecía esporádicamente, como siempre, pero contribuyó bastante al triunfo, gracias a que el árbitro la tomó con su secante, Juanito, al que mandó sin muchos motivos a la caseta en el minuto 53. Los balones altos fueron aprovechados con frecuencia por Santillana y Roberto, pero Paco supo responder con buenas paradas. El descanso llegaba sin goles, cuando un fallo del meta sevillista sirvió para que se inaugurara el marcador.
A poco de comenzada la segunda parte llegó la expulsión, que dejaba decidido el partido. Por detrás en el marcador, sin juego en sus hombres de ataque y con un hombre menos, el Sevilla fue incapaz de intentar el empate. El Madrid buscó más goles, pero sólo consiguió uno, por culpa del individualismo de la mayor parte de sus hombres, individualismo del que luego se quejaría Santillana.
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