La "línea Fraga", aceptada por la gran mayoría del congreso de AP

Un largo debate sobre los nuevos estatutos del partido, que se discutieron artículo por artículo con una fuerte polémica en medio de este debate; la ponencia política presentada por Manuel Fraga, en la que, pese a sus deseos, se ha suprimido la definición de centro-derecha, y una polarización de actitudes en torno a la figura del líder, resumen la jornada de ayer en el Congreso Nacional de Alianza Popular (AP), en el que se impuso por amplísima mayoría la línea que propugna el líder del partido.

La sesión matinal se inició con la intervención de Fraga, que presentó la ponencia política, de cuyo contenido se informó en estas páginas el jueves -véase EL PAIS de 13 de diciembre-. En el texto, Fraga ha admitido algunas de las enmiendas presentadas, optó por retirar la definición de AP como partido de centro-derecha, aunque él, personalmente, sigue insistiendo en que esa es la línea a seguir; propugna la reforma de la Constitución en algunos aspectos; analiza con preocupación la realidad social, económica, política y cultural de España; introduce un severo ataque al Partido Comunista, después de fijar una «línea divisoria» para el reconocimiento legal de los partidos; ignora prácticamente a UCD, a la que dedicó un breve comentario especialmente agrio, aplaudido por los asistentes al congreso; y define a Alianza Popular desde las coordenadas de populista, conservador y reformista.Concluida la intervención, que fue interrumpida en varias ocasiones por sus aplausos, Gregorio Rubio Nombela, colaborador de Fraga desde hace varios años, defendió una enmienda en la que proponía que se definiese a AP como de centro-derecha. Hubo protestas generalizadas en la sala y Fraga intervino para cortar con energía el tema, proponiendo que se votase la ponencia tal y como estaba, aunque previamente había advertido que, en su opinión, no debía abandonarse totalmente la nominación centrista. La ponencia apenas tuvo, dos docenas de votos en contra.

Sustancial modificación de estatutos

La sesión matinal prosiguió con el debate de la ponencia de estatutos que modifican sustancialmente los existentes y convierten el partido en fuertemente presidencialista. Este tema es el que ha suscitado mayor controversia, antes y durante el congreso. Guillermo Piera, secretario general adjunto del partido que ya el viernes, en su intervención sobre el balance de la gestión desde el último congreso, apuntó serias críticas de fondo, mantuvo una enmienda a la totalidad. Le respondió el ponente José María Ruiz Gallardón con frases que muchos asistentes consideraron como ataque personal a Piera y, en definitiva, la enmienda fue rechazada, ya que sólo obtuvo 32 votos a favor y diecinueve abstenciones, algunas especialmente significativas, como la de Fernando Suárez, que a última hora ha declinado el ofrecimiento para ser nominado vicepresidente del partido.Piera encarna la línea de contestación a la posturá que propone la nueva dirección del partido. En consecuencia, su figura aparece en el congreso como a modo de representante del presidente y vicepresidentes dimitidos, Félix Pastor, Carlos Argos e Isabel Barroso. Aunque se había especulado con la posibilidad de que Pastor Ridruejo defendiese una enmienda a la ponencia política, no hizo acto de presencia en la sesión de ayer. Su ausencia fue especialmente subrayada por muchos de los asis tentes.

Piera argumentó, en esencia que los estatutos rompen el paralelismo entre los órganos centrales -presidencialistas- y los provinciales y regionales, que son secretarialistas, y porque, en su opinión, identifican liderazgo con omnipresencia.

Ruiz Gallardón respondió que si se acusaba a los estatutos de confundir liderazgo con omnipresencia, ese es, precisamente, «el espíritu con que se han redactado» En otro momento señaló que si Fraga no fuese presidente del partido, «yo propondría otros estatutos, pero da la casualidad de que el presidente es él, y es necesario que el líder natural de AP tenga la atribuciones necesarias para ejer cer sus funciones».

En el debate pormenorizado sobre los artículos estatutarios, la intervenciones del presidente del congreso, Agustín de Asís Garrote provocaron abucheos, voces y protestas, especialmente al comienzo de la discusión.

Fraga se había ausentado del salón de sesiones, y a su regreso volvió a intervenir para rogar que no se polarizase la discusión en torno a su persona y que se evitasen las menciones a su nombre.

Pasadas las seis de la tarde, tras un descanso a la hora de la comida, concluyó el examen de la ponencia de estatutos y se inició el de las restantes: Nuevas generaciones, que defendió Alejandro Martín; Económica, a cargo de Guillermo Piera; Política Social, que defendió Miguel Ramírez; Familia y educación, por José Manuel González Páramo; Política municipal, por José María Suárez, y Política regional y autonomías, que han elaborado Adolfo Abel Vilela y José Carlos Rodríguez.

En la ponencia sobre política internacional, que resultó aprobada durante la sesión del viernes, AP se define partidaria del restablecimiento de relaciones políticas con Israel. Para Gibraltar sugiere, tras la descolonización, un régimen de autonomías tan amplio como el de cualquier otra región española.

En la sesión de hoy domingo se presentarán y votarán las candidaturas para los órganos directivos en las que no se espera ninguna sorpresa respecto de las previsiones señaladas en los últimos días.