Medio millón de andaluces el domingo pacíficamente en demanda de autonomía

En un ambiente festivo, pacífico y reivindicativo de autonomía, más de 500.000 personas se manifestaron el pasado domingo, Día de Andalucía, en las principales ciudades de esta región, así como en Madrid, Barcelona, Cornellá y Bilbao, donde residen importantes colonias de andaluces. Esta tónica general, propiciada por la convocatoria unitaria efectuada por las distintas fuerzas políticas e instituciones de la región, sólo se rompió en Córdoba y Sevilla, donde al término de las manifestaciones se registraron incidentes de distinta gravedad que han ocasionado varios heridos y han determinado el cierre, por orden gubernativa, de las sedes de Fuerza Nueva en ambas ciudades. En Córdoba, militantes de este partido llegaron a disparar armas de fuego contra la multitud.

En Córdoba, los incidentes se registraron cuando un grupo capitaneado por el jefe provincial de Fuerza Nueva, Juan Meléndez Valdés, pretendió irrumpir violentamente en la manifestación, ya al término de la misma, portando una bandera nacional. Ante la resistencia que al intento presentó el servicio de orden de la manifestación, el grupo asaltante agredió con toda suerte de utensilios a los componentes del cordón de seguridad y abrió fuego contra la multitud.Varias personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad. También fueron heridos por arma blanca dos miembros de Fuerza Nueva que están ingresados en una clínica cordobesa, aunque tienen, al parecer, condición de detenidos. En total se han practicado siete detenciones, que afectan, entre otros, al propio jefe provincial de Fuerza Nueva.

Entre las armas y utensilios requisados figuran un Colt de gran calibre, si bien uno de los heridos ha declarado que vio cómo un miembro del grupo asaltante ocultaba bajo un chaquetón una escopeta con los cañones recortados, después de que hubiera disparado dos veces contra la multitud.

En Sevilla, los incidentes se registraron en el momento en que se iniciaba la disolución de la manifestación. Desde la sede de Fuerza Nueva se inició un lanzamiento de botellas a los manifestantes que, anteriormente, habían pronunciado frases alusivas al terrorismo fascista a su paso ante la mencionada sede. La policía terminó cargando contra los manifestantes que momentos antes la habían recibido con aplausos, mientras gritaba: «Que los saquen, que los saquen». Varios miembros de Fuerza Nueva han sido puestos a disposición judicial, entre ellos el jefe regional del partido, José María del Nido. La nota informativa del Gobierno Civil en la que se aludía a provocaciones mutuas entre los manifestantes y miembros de Fuerza Nueva ha sido duramente criticada en Sevilla.

Valoración positiva de la jornada

Pese a estos graves hechos, los partidos convocantes de las manifestaciones -PSOE, PCE, PSA, PTA-PTE, y UCD en algunas provincias- valoraban muy positivamente el desarrollo de la jornada de reivindicación autonómica. La respuesta a la convocatoria fue especialmente positiva en Sevilla y Granada, donde se manifestaron entre 150.000 y 200.000 personas en el primer caso, y entre 100.000 y 120.000 en el segundo. En Cádiz salieron a la calle unas 40.000 personas, más otras 6.000 en La Línea: en Málaga, 30.000; en Córdoba, entre 30.000 y 50.000; en Huelva, donde se celebraron además otras seis manifestaciones en ciudades de la provincia, 10.000; en Jaén, 10.000, y en Almería, donde se registró la manifestación menos concurrida, unas 3.000 personas.

El gran contenido reivindicativo de la jornada queda reflejado en las palabras dichas al corresponsal de EL PAÍS en Sevilla por el presidente de la Junta de Andalucía al término de la manifestación: «No estamos dispuestos a ser testigos mudos de ningún intento de frenar o dificultar nuestra plena autonomía y añadir así una más al cúmulo de nuestras frustraciones y marginaciones.»

«Madrid tiene que tomar buena nota, pero también todos aquellos que quieren ignorar la voluntad autonómica del pueblo andaluz», añadió el señor Escuredo. Hay que recordar que, pese a la promesa formulada por el presidente del Gobierno de que el referéndum de iniciativa autonómica se va a celebrar el 28 de febrero, se teme todavía, a la vista de las declaraciones de algunos ministros y las vacilaciones de la UCD andaluza, por su celebración en la fecha pactada.

Por lo que respecta a los incidentes, todos los partidos de izquierda han coincidido en hablar de provocación y responsabilizan a los gobernadores civiles de ambas provincias de no haber adoptado las medidas precisas, ya que habían sido advertidos de la posibilidad de que le ultraderecha hiciera ensombrecer la jornada.

«Es intolerable que, en vez de detener a los provocadores, la fuerza pública cargue contra los que protestaban por la provocación», ha manifestado Manuel Prado (PSA), quien pide que se aplique a Fuerza Nueva la legislación vigente sobre bandas armadas. Isidoro Moreno, del Partido del Trabajo de Andalucía, y José Rodríguez de la Borbolla, del PSOE, coinciden en calificar de «negligencia culpable» la inhibición de la autoridad gubernativa que, en 1977, ante un acontecimiento similar, procedió a la clausura de alguna sede de Fuerza Nueva.

Por lo que respecta a este partido, ha denunciado, en un comunicado difundido ayer, ser víctima de una campaña de difamación y afirma que sus militantes fueron provocados y agredidos por llevar una bandera nacional. El presidente de Fuerza Nueva, Blas Piñar, ha enviado un telegrama al presidente del Gobierno, en el que expresa su protesta por el cierre de las sedes de Sevilla y Córdoba.