Baja productividad en los años setenta, según Tufarelli
El consejero delegado de FIAT, el doctor Tufarelli, manifestó ayer en Madrid que la crisis de los últimos años de la década de los setenta puede tener su origen en la baja notable de la productividad y en los profundos cambios que se han desarrollado en la economía mundial, a cuya mayor rapidez de interacción y transmisión en las relaciones económicas todavía no se ha podido adaptar completamente al sistema.En una intervención dentro de un coloquio organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), celebrado ayer en un hotel madrileño, el señor Tufarelli señaló que los rasgos característicos de la década de los setenta son, a su juicio, el «mal endémico» de la inflación a nivel mundial; el alto nivel de desempleo -que para los países industrializados alcanza cotas superiores al 5% de la población activa- y la disminución sensible en las tasas de crecimiento.
Al coloquio también asistieron, como moderadores, Francisco Fernández Ordóñez y Antonio Garrigues Walker. El presidente de la Comisión de Presupuestos del Congreso y ex ministro de Hacienda, Fernández Ordóñez, declaró que la internacionalización de la crisis económica hacía presentir que, para España, «no habrá salida de la crisis sin el contexto internacional». Añadió que había que buscar soluciones dentro de la teoría del «deslizamiento tecnológico», lo que nos obligará a «aprender más e investigar más», para poder competir a escala mundial.
Para el directivo de la FIAT, las transformaciones experimentadas han tenido una inmediata repercusión en la duración de los ciclos económicos, que se han hecho más cortos, y como consecuencia en la capacidad de los empresarios y economistas para reaccionar ante los mismos.
En este sentido, el señor Tufarelli achacó parte de la culpabilidad de la presente situación a la destrucción de los cambios fijos en el sistema monetario internacional, que «ha provocado, si cabe, más problemas que los que ha contribuido a resolver». «A nivel de empresa», añadió, «los cambios flotantes han aumentado la incertidumbre del proceso de planificación económica, e introducido riesgos que no son propios del ámbito empresarial.»
El empresario italiano también se quejó de la rigidez existente en la movilidad de la mano de obra, que ha inducido a la existencia de condiciones de subempleo dentro de las propias empresas. Asimismo, la escala de los costes salariales ha sido tan importante que ha convertido este factor de variable en fijo, y ha dificultado la salida de muchas situaciones difíciles de las empresas.
En cuanto ala situación internacional, el señor Tufarelli dijo que muchos países se han sentido con tentaciones acuciantes para resolver sus problemas por la vía del proteccionismo comercial, y abogó, como sustitución de este mecanismo equivocado, por la búsqueda de alternativas dentro de « un comercio libre, pero organizado».
Otra de sus ideas fue la internacionalización de los procesos productivos dentro de las empresas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.