_
_
_
_

Los problemas del directo y del diferido

Televisión Española tolera que la casi totalidad de las actuaciones musicales sean grabadas y emitidas en play-back, es decir, sin que los artistas canten o toquen sus instrumentos. En el plató se hace pantomima y el resto lo pone el disco. De esta forma, se consigue un engaño casi perfecto de cara a la mayoría de la audiencia, salvo cuando la torpeza del realizador o la impericia de los cantantes que no saben doblarse a sí mismos ponen al descubierto asincronismos entre imagen y sonido, entre palabras y labios.Pero el engaño de la televisión estatal va más lejos, a causa de la costumbre de veteranos bustos parlantes, maestros de las ceremonias musicales y negociantes discotequeros que, fuera y dentro del plató, creen que la audiencia es un colectivo de ingenuos. Sucedió con Aplauso este sábado, aunque Aplauso haya merecido los parabienes de la crítica más que por méritos propios, por comparación con otras músicas, las de Fantástico y 300 millones; el uno, mercado de todas las humillaciones ibéricas, y el otro, satélite de las más rancias conservas hispanoides El engañe, consiste en hacer creer que un programa grabado se emite en directo. A José Luis Uribarri, en otro tiempo relaciones públicas del ex director general Rafael Ansón, le salió mal el guión, y a Silvia Tortosa se le trabajaron los tics, y los dos orquestaron el gran embuste. El sábado, 17, ya habían anunciado la aparición de Boney M en el Aplauso del día 24 y emitieron un fragmento de archivo. Parece ser que el martes estaba prevista la grabación de Boney M -según informó a EL PAIS un miembro del equipo de producción de Aplauso, quien, por cierto, ignora la cantidad que se abonó al conjunto-, pero el artista no grabó, aquejado de un derrame sinovial. La dirección del programa decidió entonces cambiar la actuación, aunque Boney M se presentó al día siguiente, miércoles, y grabó. El sábado, Silvia Tortosa sonrió de nuevo ante la ilusión de que Aplauso semejase un programa en directo, explicó que Boney M estaba enfermo y se encontraba en Alemania -cuando días antes la prensa había publicado fotografías de Boney M con Eleuterio Sánchez en la cárcel abierta de Alcalá de Henares presentó a las tres acompañantes de Boney M y fingió que éste aparecía, de improviso, en el plató, augurando para otro programa la grabación de su actuación, cuando en realidad -oído y visto el sábado- ya estaba grabada. No hubo censura al disco El Lute. «Después nos lo destriparon los de 625 líneas y quedamos fatal», dijo un miembro del equipo de producción de Aplauso a EL PAIS. El programa que dirige José Antonio Plaza mostró imágenes de la grabación de Boney M para Aplauso y destrozó las explicaciones de Silvia Tortosa y las argucias de José Luis Uribarri y sus redactores. Los de 625 líneas pusieron de manifiesto que no ven -por lo menos íntegramente- los programas que promocionan, con lo cual incrementan considerablemente el grado de parcialidad de sus recomendaciones y recomendados. Y los dos programas dan prueba a coro de la nula coordinación entre los vecinos de Prado del Rey. Y todo por aparentar voluntariamente o no que se trata de un programa en directo.

La clave, por el contrario, sí va en directo y el sábado se temía por su emisión. José Luis Balbín, director del programa, tiene problemas con el realizador Adriano del Valle, hombre que no oculta sus intemperancias ideológicas, y que el sábado, 17, increpó a José Luis BaIbín, delante de los invitados al coloquio sobre marxismo, por haber advertido reiteradas veces a Henry Levy que le cortaría el sonido de proseguir en sus interrupciones a los otros invitados. Adriano del Valle considera que esas decisiones no son competencia del director sino suyas, y éste, desde que Pedro Rozas no dirige el programa, se sirve de un monitor en el plató para controlar la realización del señor Del Valle, en quien no tiene confianza.

José Luis BaIbín solicitó el relevo del realizador para el programa sobre «extranjeros de la guerra civil». Miguel Angel Toledano, director de la segunda cadena, está de acuerdo con la petición de José Luis Balbín, pero Santiago Ronda, jefe de los programas culturales, y la segunda máxima autoridad en Prado del Rey, el director en funciones, no accedieron de momento.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_