El Gobierno británico reduce el presupuesto de gastos públicos en un 5%
El Gobierno conservador británico ha decidido congelar el gasto público para el año fiscal 1980-1981 a los niveles actuales, lo que en términos prácticos supone una reducción de más de medio billón de pesetas con relación al presupuesto previsto por la Administración laborista el pasado enero.
La medida, anunciada en un «libro blanco» publicado ayer, ha recibido todo género de reacciones. El conservador Daily Telegraph elogia la decisión del Gobierno de «poner fin a las extravangancias socialistas», mientras que el comunista Morning Star acusa a los conservadores de «imponer de nuevo la pobreza de los años treinta».
La descripción más gráfica la ha dado el secretario general de los sindicatos británicos, Len Murray, para quien «esta congelación va a producir una pulmonía económica». Como es habitual en estos temas, la interpretación correcta hay que buscarla en el especialista Financial Times, quien titula en su primera página: «El gasto público será estabilizado».
El total de este gasto público para el ejercicio 1980-1981 asciende a casi 70.000 millones de libras (unos doce billones de pesetas), lo que supone un pequeño incremento de 32 millones de libras a precios de 1979. Sin embargo, la cantidad resulta inferior en 3.600 millones de libras (más de medio billón de pesetas) a lo presupuestado por el Gobierno laborista en su «libro blanco» sobre el gasto público anunciado el pasado enero.
Despido de 21.000 maestros
Las reducciones máximas se realizarán en educación, vivienda, carreteras y transporte. Los incrementos se circunscribirán a tres capítulos: defensa, ley y orden y seguridad social. Es particularmente significativa la reducción en el capítulo de educación, que representa un 4,3%, por un total de 9.250 millones de libras. En roman paladino esto supone el despido de 21.000 maestros y el cobro por parte de las escuelas públicas de una parte de las comidas, leche y transporte, que hasta ahora se vienen suministrando gratis a los alumnos. La tormenta política que originará esta medida será una de las mayores dificultades que afronte el Gobierno en los próximos meses.Los gastos de defensa se incrementarán en un 3% sobre los niveles actuales, de acuerdo con la petición hecha por la OTAN a los países miembros de la organización, hasta alcanzar la cifra de 8.600 millones de libras (1,2 billones de pesetas), mientras que el aumento del presupuesto para atender el capítulo de «ley y orden» llega al 3,5%, por un total de 2.540 millones.
Otra medida altamente impopular es el incremento de veinticinco peniques (unas 36 pesetas) en las recetas de la Seguridad Social, hasta un total de setenta (unas cien pesetas), e igualmente los gastos de dentista, aunque en una proporción que todavía no se ha establecido.
El Gobierno espera recaudar quinientos millones de libras (unos 75.000 millones de pesetas) por medio de la venta al sector privado de acciones en empresas estatales, además de los mil millones que tiene previsto poner a la venta durante el actual ejercicio.
Curiosamente se prevé un aumento en la contribución británica a la Comunidad Económica Europea, desde los 919 millones actuales hasta los mil. La curiosidad estriba en que la alta contribución británica a la CEE constituye uno de los caballos de batalla del actual Gobierno conservador.
El «libro blanco» concluye con la nada halagüeña perspectiva de un aumento en las actuales cifras de desempleo de la población adulta británica de 1.350.000 a 1.650.000 personas. El ex ministro de Hacienda Haaley (laborista) ha dicho que el aumento del paro será de 750.000 desempleados más.
Laboristas y líderes sindicales no han tardado en reaccionar contra las nuevas medidas de austeridad del Gobierno conservador.
Los sindicatos acusan al Gobierno de «querer suprimir el estado de beneficiencia» con el propósito de reducir los impuestos a los ricos.
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