La subdirección de programas ajenos

La subdirección de TVE para programas de producción ajena es uno de los departamentos más importantes en el organigrama de RTVE, dado el volumen de programas extranjeros que se emiten por nuestra televisión. Poderosa y, a la vez, controvertida subdirección, que en dos años ha tenido tresjefes. Primero dependió de José María Carcasona, relevado del cargo después que el ex ministro Pío Cabanillas le defendiese en el Congreso cuando arreciaron los escándalos de supuesta corrupción en aquella subdirección. Fue sustituido por Eduardo Autrán Arias-Salgado, pero éste no duró lo suficiente como para programar Holocausto, telefilme retenido por motivos políticos.Juan Julio Baena es el último y actual subdirector para los productos ajenos. El señor Baena fue también el último director de la Escuela Oficial de Cinematografia, para después ser profesor y alumno, simultáneamente, de la facultad de Ciencias de la Información -donde incluso ostentó el segundo cargo más importante de la jerarquía académica del centro, sin tener titulación universitaria-, e ingresó fijo en TVE por resolución del entonces director general, Rafael Ansón, con fecha 1 de julio de Juan Julio Baena fue contratado como «asesor técnico general en cuestiones cinematográficas», para «la dirección de la presentación de las películas emitidas por TVE en sus diversos ciclos» (etapa de Fernando Pieri y Blanca Alvarez), para dirigir «el programa para sordos Hablamos» y para «la dirección de diversas emisiones cortas en TVE». Consiguió, en menos de dos años, acumular la dirección simultánea de tres programas: Hablamos (Francisco Ansón Oliart figuró durante mucho tiempo en este programa con el cargo de coordinador general, hecho que no es ajeno al fulgurante ascenso del señor Baena), Los espectáculos (Blanca Alvarez le sustituyó en la dirección) y Buenas noches, que familiarmente, en Prado del Rey, se denomina «baenas noches».

Si la programación de televisión requiere una planificación y previsión de espacios a años vista, hoy, la improvisación de los esquemas por parte de la subdirección ajena de TVE trae de cabeza no sólo a telespectadores y medios informativos, sino incluso a otros departamentos clave de Prado del Rey: la misma subdirección de emisiones, que ignora gran parte de los que se emitirán dentro de un mes, y a otras subdirecciones que se nutren de programas ajenos (musicales, por ejemplo) o determinados espacios (La clave, que nunca están seguros de la película que podrán emitir a tres semanas vista).Poldark -hecho inédito desde que los Grandes relatos se programan en capítulos diarios- fue suspendido cuando iban emitidos la mitad de los episodios. Se dijo que no estaba listo el doblaje completo de la serie (sería otra falta de previsión). El señor Baena explicó a EL PAIS que, en realidad, se trata de no programar telefilmes demasiado largos. Pero TVE adquiere la segunda parte de Hombre rico, hombre pobre, nada menos que veintidós episodios, cinco más que Poldark. Nadie sabe hoy en Prado del Rey -hace unos días, el propio subdirector dijo a EL PAIS que no podía asegurar qué «gran relato» entraría en la programación- qué se emitirá, por ejemplo, el próximo 5 de noviembre, cuando finalicen los siete episodios de Los mejores años de miss Brodie.

No se controla en la actualidad la calidad de los productos y la subdirección da por buena una copia impresentable de La barraca, con iluminación y fotografia totalmente deficientes, calidad que nadie explicó si se debe a defectos de rodaje o de laboratorio. El doblaje de series a marchas forzadas tiene por consecuencia ostentosos defectos y pobreza de recursos sonoros en las versiones españolas. La subáirección tampoco cuida los «detalles» y buenos modales de emisión. Se engatilla un programa con otro, desaparecen títulos de crédito y caretas de programas. La cara y voz de Julio Iglesias se sobrepone en una fracción de segundos a la publicidad del bloque in