Hans Gildemeister, ganador del Godó
Terminó el Godó con final inesperada y con la lluvia como principal protagonista. En las últimas jornadas, la ausencia de jugadores españoles, junto con las condiciones climatológicas, restaron algo de público, pese a lo cual se vieron muy pobladas las gradas del Real Club Tenis de Barcelona. En un partido que se interrumpió dos veces, Hans Gildemeister se impuso en tres sets a Eddie Dibbs y se adjudicó por primera vez un Grand Prix.
Se puede decir que el mal tiempo y la eliminación de Manuel Orantes y José,Higueras se convirtieron en la noticia de este Trofeo Godó, que además tuvo la particularidad de titularse Campeonato de Europa y que se lo llevase un chileno. Son cosas del deporte, de los organismos internacionales -no hay que olvidar que el Maccabbi de Tel Aviv (Israel), ha sido campeón de Europa en baloncesto- y de los traídos y llevados open, donde vale todo.La final del Godó empezó con cuatro horas de retraso, por culpa de la lluvia. Sólo se habían disputa.do tres juegos y hubo que suspender, y lo mismo pasó en la reanudación. Si se celebró la final fue un poco por obligación, pero aquello ya no entraba dentro de la definición de lo que es una final de un Gran Prix, al mejor de cinco sets, quién más quién menos pensó que el norteamericano Eddie Dibbs «entregó» el tercer set.
El triunfo de Gildemeister ha sido una vez más el triunfo del tenis conservador, que antes o después acabará por alejar a los espectadores de las pistas. Efectivamente, a Eddie Dibbs también cabe encajarle dentro de este tenis, pero como tiene mejor palmarés se «carisó» antes. El chileno, con ansias y una buena oportunidad de adjudicarse su primer Grand Prix, supo esperar y se aprovechó de todas las circunstancias. No se puede decir que sea un virtuoso del tenis, pero sí desde luego un rival muy incómodo de batir, muy calculador y muy consciente de sus verdaderas posibilidades.
A sus dieciocho años, la sueca Lena Sandin es una autoridad en las pistas de tenis. Fuerza, genio y gracejo se dan cita en esta joven rubia con coletas, que fue la única que disputó dos finales en este torneo. En la final, y sin mayores problemas, se impuso a Budarova, y pese a que empezó a llover no se suspendió el partido, porque nadie dudaba del fácil y rápido triunfo de la vencedora de los dos Grand Prix que se han celebrado en España.
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