Le prohíben arbitrar en Regional porque le falta un brazo
El arbitraje español sigue envuelto en la polémica y nunca sin causas justificadas. Ahora, la arbitrariedad -nunca tan propia la adjetivación- viene de la mano de la prohibición a un árbitro para continuar su carrera a causa de la mutilación de su brazo derecho.Oswaldo de Pablo Ferrer es un árbitro catalán que hasta ahora ha dirigido con toda normalidad y eficacia encuentros oficiales de juveniles y amateurs. Con motivo de los últimos cursillos de capacitación, para acceder a la categoría de colegiado regional, este trabajador de Sant Boi deLlobregat decidió seguir adelante con su vocación de trencilla y se matriculó en estos cursillos, pagando los derechos pertinentes. Asistió a las clases, realizó las prácticas preceptivas y, cuál no sería su sorpresa, cuando, al presentarse al examen final , fue fue rechazado por el Colegio Catalán de Arbitros, argumentando éste que la falta de su brazo le incapacitaba para la práctica arbitral.
De nada le ha valido a Oswaldo de Pablo reivindicar sus derechos de persona absolutamente válida para cualquier actividad, ni tampoco reverdecer esa «jurisprudencia» que parece podía sentar el hecho de que hace unos años actuaba en Segunda División un árbitro valenciano a quien le faltaba un brazo. Nada vale. Las «arbitrarias» decisiones del Colegio Catalán son las que cuentan, y este deportista no sólo perdio su brazo hace un tiempo, sino que ahora ha perdido el tiempo.
