Gran parte

de las fotografías del viaje del papa Juan Pablo II a Polonia representaban al pontífice polaco cantando folklore de su país. Lo que no podía imaginar la más alta jerarquía de la Iglesia católica es que junto a las cámaras fotográficas que recogían su rostro exultante había especializados técnicos de sonido que, utilizando sofisticados instrumentos de grabación, tomaban también la voz de Karol Wojtyla, actor frustrado, pero cantante voluntarioso, dramaturgo, sacerdote, cardenal y finalmente Papa. De esas grabaciones ha nacido un disco muy bien montado, que ya es millonario en ventas. Se titula Songs of the Pope John Paul II in Poland (Canciones del papa Juan Pablo II en Polonia) y se vende, sin ningún permiso oficial, naturalmente, por varios países europeos. Los piratas son de la firma Crystal Records. El Vaticano no sabe si va a ponerse un pleito a la firma discográfica por apropiación indebida de una voz y de unos derechos. Pero va a tener muchos problemas esta institución para perseguir copyrights, porque ya una banda musical de Milán ha impreso un himno, que titula Wojtyla Disco Dance, cuya letra, como su título, es bien simple y traduce una imagen popular del Papa.