"Puede lograrse una ponencia política que anglutine al 90% de los socialistas"
«No es cierto que las líneas que aparecen enfrentadas en el PSOE ante la opinión pública -una moderada y otra radical- tengan reflejo en las ponencias presentadas para el Congreso Extraordinario.»
«Se puede afirmar que del análisis realizado en base a las ponencias de Murcia, Euskadi, Madrid y Sevilla, las coincidencias suponen un 90% y las diferencias son todas de matiz. Como consecuencia se deduce que en el fondo de todo el debate del PSOE hay una legítima lucha por el poder», declaró a EL PAIS el diputado socialista por Navarra, Gabriel Urralburu, representante del partido de Euskadi, en las reuniones previas al Congreso Extraordinario del PSOE.«El dato más llamativo», añadió Urralburu, «para demostrar que no es cierta esa división entre radicales y moderados, es que algunos de los llamados radicales están haciendo declaraciones públicas en las que piden el 10, 30 ó 50% de los puestos de la nueva ejecutiva. Con quienes estarían dispuestos a compartir el poder no tienen diferencias radicales, es evidente, a diferencia del Partido Socialista francés, donde se presentan tres líneas políticas y la que gana copa la dirección del partido.»
En opinión del diputado Urralburu se podría lograr una ponencia que aglutinase al 90% de la organización, en la que necesariamente se debería profundizar en cuatro apartados fundamentales:
«En primer lugar, habría que hacer una declaración de principios», precisó el diputado socialista, «en la que, admitiendo la pluralidad ideológica que integra hoy el proyecto social del PSOE, se recogieran los principios clásicos de inspiración del partido. En segundo término, sería necesario realizar un análisis de la situación política actual, para situar de forma clara al PSOE, una vez que ya se haya superado, en parte al menos, la dialéctica entre reforma y ruptura. »
«Una vez que está concluido el proyecto constitucional, español, es necesario que, se evalúe la significación que para el PSOE ha tenido la política de consenso, qué análisis se deduce de los últimos resultados electorales y en qué marco económico de crisis se puede situar la acción de los socialistas. Igualmente, y como tercer punto, habría que definir los objetivos del programa socialista.
«En cuarto lugar, estaría la definición del modelo de partido. Habría que estudiar la relación que debería existir entre la organización en su conjunto y los cargos políticos en el partido, para que no haya una separación entre las dos zonas, teniendo en cuenta, además que en el futuro las coincidencias entre los militantes socialistas, es decir, la organización, y el electorado, tiene que ser necesariamente mucho más amplia, para que nunca haya contradicciones entre los que votan y confían en el PSOE y los que pertenecen a la organización.»
«Estoy convencido de que, si el PSOE respondiera de modo convincente a cuatro o cinco incógnitas fundamentales de este país, la ilusión de los ciudadanos en la actividad política oficial, perdida en gran parte, se recuperaría. El primer programa con el que habría de conectar», matizó Urralburu, «es cómo impulsar una acción, en conexión con los ciudadanos, para que el terrorismo deje de ser uno de los protagonistas fundamentales de la acción política en España y, al mismo tiempo, para poner coto al crecimiento de la delincuencia juvenil. El segundo problema a solventar es dar una salida, en el tiempo, a la actual crisis económica. El tercer problema sería la transformación del Estado, de tal manera que no sólo se vaya progresivamente realizando la construcción del nuevo Estado en las autonomías, sino que también el ciudadano se pueda identificar, a la vez, con la Administración. Y en cuarto término habría que proponer programas sectoriales.»
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