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Cámara de televisión muerto.

El circuito de Indianápolis se cobró una nueva víctima, y tan poco fue esta vez entre los pilotos. El cámara de televisión Joe Rooks, de Bowling Green (Ohio), resultó muerto tras ser alcanzado por el motor desprendido del bólido que conducía Frank Rupert, de Corritos (California), en la carrera National Hot Rod Association. El dragster, coche especial de mínima carrocería delantera, se estrelló contra el guardarraíl y Rupert sufrió fractura de una pierna y diversas lesiones internas, aunque salvó la vida. Rooks, después del impacto en su puesto de trabajo, falleció mientras era trasladado al hospital.

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