_
_
_
_

Tercer triunfo consecutivo de Jones, al pinchar Villeneuve

El australiano Alan Jones, sobre Williams, consiguió en el Gran Premio de Holanda su tercera victoria consecutiva en esta segunda mitad de temporada. Sin embargo, pese a que este año ningún otro piloto ha alcanzado ese número de victorias, Alan Jones no tiene esperanza matemática alguna por volver a alcanzar el título mundial. De cara a éste, el segundo puesto de Jony Scheckter, por delante de Laffite, da al surafricano una ventaja.

El triunfo de Alan Jones fue, en esta ocasión, bastante afortunado. La suerte, que le dio la espalda en la primera mitad de la temporada -lo que le impide ya alcanzar el campeonato-, se alió con él cuando, a los dos tercios de la carrera, el entonces líder, Villeneuve, sufrió un pinchazo, saliéndose de la pista tras un trompo espectacular a más de doscientos kilómetros por hora.Hasta ese momento, el diminuto piloto canadiense de Ferrari había realizado una auténtica exhibición. A base de forzar muchísimo, dejugarse el todo por el todo en cada curva del rapídisimo circuito de Zandvoort, Villenueve pudo seguirle en las primeras vueltas, para superarle después en un adelantamiento en la curva de final de recta que enardeció a los más de 10.000 espectadores que presenciaron la carrera. Después de eso, aún se permitió Villenueve distanciarse de Jones, algo que ningún piloto había podido hacer en toda esta segunda mitad del campeonato, pese a que, actualmente los Ferrari distan mucho de estar a la altura de los Williams.

Cuando la carrera había cumplido ya sus dos primeros tercios sobrevino el reventón del neumático trasero izquierdo del Ferrari de Villeneuve. El canadiense había tenido que forzar mucho su coche hasta entonces para mantener ese endiablado ritmo, con el lógico deterioro de sus neumáticos. Por eso, al llegar por enésima vez a la chicanes impuesta por su compañero de equipo Jony Scheckter, y dejar, una vez más, derrapar su coche de un lado a otro de la pista, a más de doscientos kilómetros por hora, la rueda sobre la que cargaba todo el trabajo no resistió más el esfuerzo. El reventón provocó un tremendo trompo en el Ferrari, que Villenueve pudo controlar milagrosamente, evitando estrellarse contra las barreras de protección, pero la carrera había terminado para él -aunque, en un alarde del malabarismo y de rabia, condujese el coche en tres ruedas hasta su boxe-, y, con la carrera, todas sus aspiraciones de poder conseguir el título mundial, que, con una victoria que tenía ya al alcance de la mano, podría haber sido suyo. Fuera ya de carrera Villeneuve, Alan Jones no tuvo problemas para imponerse netamente. Había desaparecido ya el francés Jabouille, con el embrague de su Renault roto -idéntica avería a la de la carrera anterior-, con lo que el equipo francés perdía ya todos sus efectivos, al haber abandonado Arnoux en un encontronazo con Regazzoni en la salida, rompiéndose los dos monoplazas. No estaban en carrera tampoco los Lotus, que resistieron sólo los primeros compases, ni Lauda, al que casi ni se le vio, ni tampoco Fitippaldi, ni muchísimos otros, porque la dureza de la prueba fue tal que dejó sólo siete coches en carrera.

Entre ellos, aparte de la regularidad con que comandaba la carrera Jones, destacaba la actuación de Jony Scheckter, autor de una remontada espectacular. El surafricano había quedado taponado por el accidente de la salida, perdiéndose en el fondo del pelotón, pero su ansia de triunfo al saber que podía perder las aspiraciones al título, sirvieron para espolearle y lanzarle en una frenética recuperación. Vuelta a vuelta, Scheckter mejoraba su clasificación, hasta llegar -beneficiado, eso sí, por los abandonos de Villenueve y Jabouille- hasta el segundo puesto.

Por ahora, hasta el 9 de septiembre, que se disputará el Gran Premio de Italia, Scheckter comanda el Mundial con 44 puntos, seguido por Laffite, con 36 Jones, con 34; Villeneuve, con 32, y Regazzoni, con 24.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_