El acondicionamiento de los campos para el Mundial le costará a España más de cinco mil millones

Quince son las instalaciones fijas que se exigen en condiciones mínimas, referidas a las sedes de las ciudades en las que se disputará la fase previa del Mundial-82, lo que presupone que también habrán de cumplirse en Madrid y Barcelona, donde las exigencias serán mayores. Se trata de las instalaciones más imprescindibles para poder disputar un partido de un Campeonato del Mundo. Estas condiciones son inferiores en cantidad y calidad a las exigidas en los últimos campeonatos disputados en Argentina, República Federal de Alemania, México e Inglaterra. Comparar las condiciones exigidas en principio por la FIFA, tanto en cantidad como en calidad, con las que definitivamente se han fijado supone establecer importantes diferencias.La primera condición que se exige a un campo es su capacidad de espectadores. Para el Mundial-82 ha sido fijada en 35.000, cuando en los anteriores campeonatos se exigió un mínimo de 50.000. Los campos de las ciudades designadas sedes que llegan o superan los 35.000 espectadores son Nou Camp y Sarriá, de Barcelona; San Mamés, de Bilbao; Nuevo Estadio, de Elche; El Molinón, de Gijón; Santiago Bernabéu y Vicente Calderón, de Madrid; Sánchez Pizjuán y Benito Villamarín, de Sevilla; Luis Casanova, de Valencia; La Romareda, de Zaragoza, y el nuevo campo que se construirá en Valladolid. No alcanzan los 35.000 espectadores, por lo que deberá aumentarse su capacidad, los campos Rico Pérez, de Alicante; Riazor, de La Coruña; La Rosaleda, de Málaga, y Carlos Tartiere, de Oviedo.

Los medios informativos

Las mayores deficiencias se concretan en las necesidades para los medios informativos. La mayoría de los terrenos donde se jugará el Mundial-82 sólo cuentan, dentro de los requisitos exigidos, con una sala de prensa y en algunos casos no cuentan con el espacio requerido. Las demás condiciones para los medios informativos habrá que construirlas, como asientos para la prensa escrita, cabinas para radio y televisión, así como también sus respectivas salas de prensa, teléfonos, télex y dependencias destinadas al revelado de fotografías.

Cinco mil millones

Más de 5.000 millones de pesetas han establecido los propios clubs para realizar los requisitos exigidos. Se trata de una cifra elevada, que posiblemente sea superior cuando las obras estén concluidas. Ciertamente, ningún campo español donde se jugará el Mundial-82 cumple en estos momentos nada más que algunas de las condiciones exigidas.

Por lo que respecta a las condiciones exigidas para los medios informativos, el panorama es aún más desolador. Para Argentina-78, la FIFA exigía las siguientes condiciones por estadio: seiscientos asientos para prensa, 55 cabinas para locutores de radio o televisión, de 1,50 metros cuadrados; una sala de cien metros para entrevistas, otra de cuarenta para televisión y otra igual para radio. Además, doscientos pupitres con teléfono, cincuenta teléfonos públicos, veinte líneas de télex y ocho cuartos para el revelado de fotos.

Para España-82 sólo se exigen cuatrocientos asientos; igual número de cabinas (pero mayores, de 2,5 metros). La sala de entrevistas y la de radio deben reunir las mismas condiciones que en Argentina-78, pero se exigen setenta metros en la sala de televisión y otra sala, de cincuenta metros, para servicios técnicos. Se exige el mismo número de pupitres con teléfono y los mismos cuartos de revelado que en Argentina-78, pero más teléfonos públicos que entonces (sesenta) y sólo quince líneas de télex.

Al respecto, los campos españoles carecen casi completamente de instalaciones. El Camp Nou y los dos campos de Sevilla tienen amplias salas para las ruedas de prensa del final del partido, pero las restantes instalaciones deberán ser creadas en éstos y en todos los campos, en algunos de los cuales será difícil encontrar el espacio físico necesario para llevar a cabo las reformas precisas.