_
_
_
_

Masivo homenaje al poeta Blas de Otero

« Por fin todos aquí, todos contigo, todos sin ti, Blas de Otero..., son las nueve, las diez, no sé que hora..., que pongan los relojes a enfriar. » Con estos versos iniciaba el escritor Francisco Umbral el homenaje a Blas de Otero, pasadas las nueve de la noche de ayer. Al aire libre, en la plaza de toros de Las Ventas, de Madrid, cerca de 40.000 personas manifestaban con los primeros aplausos su apoyo a un «festival» de poemas y canciones, que duraría más de tres horas, en recuerdo del poeta fallecido en la madrugada del 29 de junio pasado. Informa J. F. Beaumont.

El homenaje, convocado por varias asociaciones de escritores y otras asociaciones ciudadanas relacionadas con la cultura, por algunas facultades universitarias y tertulias literarias, estaba previsto, en principio, para el pasado jueves día 12, en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, pero hubo de ser aplazado debido a la masiva afluencia de público. Ayer, la plaza de toros de Las Ventas se encontraba completamente abarrotada, incluido el coso.«Qué confusión de chicas y de rojos ... », proseguía Umbral en su homenaje. Y en los tendidos ondeaban algunas banderas del PCE, pancartas y hasta alguna bandera republicana. «Porque tú has conseguido meter a todo el pueblo en un endecasílabo y meter en un puño a los de siempre. »

El actor Juan Diego se encargó de presentar a los poetas, actores y cantantes que participaron en el homenaje. Aurora de Albornoz leyó, en primer lugar, un mensaje de Vicente Aleixandre, que hacía referencia a la persona y a la obra de Blas de Otero. Vinieron después los poemas, recitados por sus autores,de Rafael Montesinos, Manrique de Lara, Manuel Martín quien leyó también un poema para este homenaje enviado por el poeta gallego Celso Emilio Ferreiro. «Tu fuga nos ha herido», repetía Miguel Martín, «pero seguimos hablando con tus libros. Ya estás donde buscabas».

«Un día de bochorno y aguacero», decía Gabriel Celaya desde su distancia, «se me murió en Madrid mi amigo Blas de Otero». Los aplausos se multiplicaron para Celaya. Claudio Rodríguez recordó en un poema cómo conoció a Blas «en tierras de Zamora, en un taller de orfebrería. «Allí, en el taller tuyo, estás tallando», le decía al poeta fallecido, «no tan sólo palabras verdaderas, sino también la busca y la protesta». Y, por último, Alberti, que recitó un poema breve, En la ida de Blas de Otero, dedicado a Sabina, su mujer. «Poeta sacudido, engreído, derrumbado...

Blas se trata aquí de España..., y cante más la hoz que la fría, mortal, negra guadaña.»

Juan Diego seguía presentando. Esta vez a cantantes, actores. Recitaron poemas de Blas de Otero, Adolfo Celdrán, Berta Riaza, José Sacristán, Julieta Serrano, Víctor Manuel, Rosa León, Eníma Cohen, el propio Juan Diego, Ana Belén y muchos otros.

Luego canciones, con letra de Blas de Otero. No era el final, sin embargo. Faltaba Blas de Otero, y llegó su voz, las luces de la plaza apagadas. Iluminada solamente la máquina que reproducía una grabación de un poema de Blas de Otero, recitado por él mismo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_