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Caza y pesca

El furtivismo, severamente castigado

Tres cazadores furtivos han sido sorprendidos en Sierra Espuña, en Murcia, tras matar un arrui o muflón del Atlas. Una sanción de más de 100.000 pesetas, el depósito de las armas, la retirada de las licencias de caza y de armas, y la incautación del coche que utilizaron, pende sobre ellos. El juez de la localidad murciana de Totana instruye el caso.En los últimos tiempos el Icona persigue tenazmente a los furtivos. Hace unos 1 años fue sorprendido Francisco Franco, nieto del generalísimo, cuando cazaba de manera furtiva en una reserva nacional. Ahora han sido tres personajes de la alta sociedad los denunciados. Se trata de José Luis Castro, Mauricio López y Robert Melgar, marqués de Torrehermosa, en cuya armería se vendieron las armas del generalísimo, cuando éste murió, gracias a su amistad con Francisco Franco Martínez Bordiú.

Sobre los tres cazadores furtivos pueden recaer 100.000 pesetas en concepto de indemnización, 20.000 de multa, el depósito de las armas y la investigación sobre su procedencia, la incautación del coche -un Renault 18, matrícula M-5808-DG- si se demuestra que se disparó sobre el arrui desde él y la retirada temporal de las licencias de caza y de armas largas rayadas, que puede alcanzar un período de cinco años.

Esta es una muestra de que el furtivismo, no sólo es practicado por las clases modestas. No siempre se persiguen los cazadores que se introducen en los cotos para matar un par de perdices, sino que las miras del Icona se han situado en el furtivismo de alto nivel, que es el que más daño causa, porque, por ejemplo, arruis hay en España un total de 2.270 ejemplares.

En las reservas y cotos nacionales de caza existen actualmente, además de los citados arruis, 19.000 cabras montesas, 13.000 rebecos pirenaicos, 12.000 ciervos, 9.000 corzos, 7.000 rebecos cantábricos, 3.800 gamos, 2.200 muflones, 880 urogallos cantábricos, 850 urogallos pirenaicos, 100 osos y 50 linces.

Los salmones del Sella, nuevamente enfermos

La mortal enfermedad UDN ha aparecido nuevamente en los salmones del río Sella. Esta enfermedad causó la mortandad de la gran mayoría de ejemplares en los primeros años de la presente década, para desaparecer después. Ahora resulta curioso que sólo aparezca en el río Sella, donde se han pescado hasta la fecha 1.150 ejemplares.

La enfermedad es de origen desconocido, y se da en todos los salmones que entran a los ríos europeos. Hay datos sobre la UDN a finales del siglo pasado en Gran Bretaña, por lo que las causas contaminantes quedan descartadas. Aparece algunos años, sin guardar un ciclo determinado, y suele manifestarse cuando el salmón está en la parte alta del río.

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