Salvajes y salvajadas
Deseo manifestarle mi indignación por el tratamiento que su redactor señor García Candau da en su columna a la salvaje agresión sufrida en Sevilla por el equipo de fútbol del Real Madrid.El tratar irónicamente el hecho de que un energúmeno deje inconsciente a un jugador de fútbol durante diez minutos de un botellazo y el recomendarle irónicamente a la víctima que use casco protector me parece una ligereza imperdonable, ocurriéndoseme por mi parte algunas sugerencias para dicho redactor, que me callo por pura educación.
Lo lamentable del caso es que la actitud de dicho señor parece ser compartida por las autoridades competentes (deportivas y civiles), que toleran la proliferación de este tipo de incidentes, ya habituales en algunos campos y contra algunos equipos.
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