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Los técnicos han hecho perder mucho dinero a los grandes clubs

El reciente fichaje por el Madrid de Portugal, desechado hace tres años por el club madridista, cuando aún era un aficionado, y comprado ahora a golpes de millones, pone de manifiesto la falta de capacidad de los técnicos para adivinar el futuro de los jugadores. El de Portugal no ha sido, ni mucho menos, el primer fallo que ha tenido el Madrid. En esta ocasión ha pagado treinta millones por un jugador que tuvo en la casa, pero otras veces perdió para siempre a jugadores que podrían haberle ofrecido un excelente rendimiento. Acaso su mayor fallo haya sido Asensi, hoy capitán del Barcelona y de la selección nacional, y hombre cuya pista siguió el Madrid desde los juveniles, para, a última hora, desinteresarse por él y dejárselo arrebatar por el Barcelona: «Yo soy el menor de siete hermanos. Antes de mí, cuatro fueron jugadores. El penúltimo jugó en el juvenil y el amateur del Madrid.Yo estuve a punto de incorporarme al Madrid como juvenil, pero al final no me llamaron. Sin embargo, seguían mi carrera y cuando empecé a jugar en el primer equipo del Elche el Madrid tenía una opción sobre mí. Yo estaba seguro de que acabaría en el Madrid. Incluso recuerdo que un día leí en Pueblo unas declaraciones de Bernabéu en las que decía:"Asensi ya es madridista." Sin embargo, un día me llamaron del club y me dijeron que me iba al Barcelona. A última hora, el Madrid no se interesó.»

Y bien le habrá pesado al Madrid, que ha visto cómo el jugador triunfaba, absolutamene en el Barcelona. Ya antes los técnicos madridistas habían demostrado su falta de visión dejando escapar a tres excelentes interiores: Luis, Pereda y Villa. Los tres pertenecieron al Madrid en sus inicios. Apenas tuvieron oportunidades en una época en la que el equipo estaba lleno de «monstruos» que les cerraban el paso; pero los técnicos del club blanco no supieron adivinar las posibilidades que estos hombres ofrecían para el relevo de los grandes astros, y uno a uno los fueron dejando ir. Luis, tras cubrir cesiones en el Huelva, el Oviedo y el Betis, fue traspasado al propio Betis, que lo lanzaría después al Atlético; Pereda jugaría durante muchas temporadas en el Barcelona, y Villa luciría su espléndido regate en la delantera de Los Magníficos, del Zaragoza, Los tres llegaron igualmente a la selección.

Zoco y el Barcelona

También fue monumental el error del Barcelona con Zoco. Su caso fue muy parecido al de Asensi. Cuando era un joven jugador destacó, junto con Félix Ruiz, en el Osasuna. Al Barcelona se le estaban haciendo viejos los Segarra, Gensana y Vergés, y le venían bien estos jugadores. Habló con el Osasuna y se pusieron de acuerdo. Incluso pasaron una vez por Barcelona Zoco y Félix Ruiz y fueron retratados con la camiseta del Barça para los periódicos deportivos. Pero luego se cruzó el Madrid, ofreció algo más de dinero al Osasuna y se los llevó. Zoco recuerda aquello: «Yo estaba seguro de ir al Barcelona, y de un día para otro me vi en el Madrid. Tanto me daba, pero la verdad es que me causó cierta extrañeza, porque llevaba meses con la idea de que jugaría con los catalanes.» Recuerda también que estuvo, tiempo antes, a prueba por el amateur del Atlético: «Me dijeron que podría quedarme como aficionado, pero mi padre me dijo que para no cobrar nada mejor estaba en casa, en Pamplona, y no me dejó.» Atlético y Barcelona, pues, dejaron escapar un hombre que jugaría veinticinco veces en la selección nacional y que ofrecería excelentes servicios al Madrid.También «pinchó» el Barcelona con Sanchís, el lateral de Ias medias caídas, campeón de Europa con el Madrid. Se inició como jugadores Valencia y fue fichado por el Barcelona, que lo cedió al Condal, su filial por aquel entonces, hoy desaparecido. Después decidió que nunca llegaría a ser jugador para su primer equipo y lo traspasó al Valladolid. De allí lo ficharía el Madrid, que supo sacarle un buen provecho.

Juanito, patinazo del Atlético

Más reciente y espectacular ha sido el fallo del Atlético con Juanito. A este jugador lo descubrió el ya fallecido Villalonga en la playa de Fuengirola, y lo recomendó al Atlético. Estuvo en los juveniles, donde confirmó que iba para figura. Ascendido al primer equipo, y antes de haberse podido hacer con el puesto de titular, se fracturó una pierna en un amistoso, lo que le costó una temporada en blanco. A la siguiente fue cedido al Burgos para que completara su recuperación. Allí hizo una floja temporada y fue expulsado varias veces por discutir a los árbitros. El Atlético decidió que ya nunca sería jugador y le dejó en libertad. El Burgos se hizo entonces con el jugador en propiedad, sin necesidad de pagar traspaso, y Juanito en las dos temporadas siguientes, consiguió enderezar su carrera, hasta el punto de saltar al estrellato. Ahora es la figura del Madrid, aunque su difícil carácter sigue jugándole malas pasadas, y explica el por qué de la decisión adoptada por los técnicos del Atlético en su día. En descargo de éstos habrá que decir, además, que tal vez sin la lección de humildad que para Juanito supuso verse en la calle, nunca hubiera reaccionado como lo hizo, y quizá no hubiera cuajado en el jugador que ahora es.Otro fallo, también reciente pero de menor peso, del Atlético, fue el central Juanjo, formado en las filas del club y abandonado después. Con la carta de libertad fue al Salamanca, donde jugó con éxito en Primera División dos temporadas, fue llamado por Kubala y finalmente traspasado al Barcelona por una buena cantidad de dinero. Aunque al jugador no le ha ido bien en el Barcelona, sí puede decirse que ofreció una excelente rentabilidad en el Salamanca. Parecido fue el caso del lateral Lanchas, formado en el Madrid, abandonado por este club y aprovechado por el Salamanca, de donde fue traspasado al Español.

Pirri y Kubala

Espectacular resulta el caso de Pirri, el último héroe legendario del fútbol español. Cuando jugaba como aficionado en el Granada -se había trasladado de su natal Ceuta a esta ciudad a causa de los estudios- fue ofrecido al Español por intermedio de un conocido de su padre que tenía amigos en el club de Sarriá. Entonces era entrenador del Español Kubala, que, tras hacer una prueba al joven informó que no merecía la pena ficharlo, a pesar de que las pretensiones del jugador eran bajísimas -Pirri entonces anteponía sus estudios de aparejador al fútbol, y su único interés era jugar en alguna ciudad donde pudiese estudiar-. Despues el Madrid se hizo con él y su historial está ahí. Flaco favor le hizo Kubala al Español.

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