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Javier Solana: "La socialdemocracia ya no es alternativa para la izquierda"

Las experiencias socialdemócratas se encuentran agotadas en la actualidad, y es necesario formular una nueva alternativa socialista, que supere las opciones clásicas de la izquierda y permita la creación de un «bloque de clases» constituido por trabajadores, pequeños propietarios, artesanos y fuerzas de la cultura, con el Partido Socialista como fuerza hegemónica. Estas fueron algunas de las ideas expuestas ayer por Javier Solana, ex secretario de Información del PSOE, durante su intervención en el debate interno de la Federación Socialista Madrileña.

Centrándose en el análisis de la socialdemocracia -«el marxismo-leninismo está más estudiado». dijo- distinguió dos experiencias diferentes: la que denominó histórica, correspondiente al período de entreguerras (de la primera a la segunda guerra mundial) y la de posguerra, que en Europa ha significado la presencia estable en el Gobierno de un partido obrero que no suprime el capitalismo. Como rasgos fundamentales de ambas experiencias citó la incapacidad para poner fin al sistema anterior y una cierta tendencia a convertir la socialdemocracia en la representación política de intereses corporativistas y de la clase obrera.Junto a estos rasgos comunes mencionó una serie de características diferentes: la socialdemocracia de entreguerras pensaba que fatalmente se produciría la llegada del socialismo, y Por tanto mantenía una organización potente y «cerrada sobre sí misma» para cuando llegara ese momento, produciendo un binomio corporativismo-fatalismo que se ha traducido, de hecho, en una práctica política de resistencia, sin iniciativa ni capacidad de ofensiva.

En cuanto a la socialdemocracia de posguerra, mantiene la tendencia al corporativismo de los trabajadores industriales, con cierta mentalidad de grupo de presión, pero desaparece la creencia fatalista en la inevitabilidad de la llegada del socialismo; por ello abandona de alguna manera la apuesta socialista y se produce una integración de la clase obrera en la sociedad burguesa, al coincidir con un período de desarrollo económico.

Bloque de clases

Según el planteamiento del conferenciante, todo ello demuestra que en realidad no existe un modelo político socialdemócrata, sino que dicha denominación se aplica a dos fenómenos históricos distintos.Ambas experiencias tienen un fallo fundamental, visto desde la perspectiva actual: no presentan un proyecto de hegemonía social, capaz de ser asumido por una mayoría, no lo consiguió la socialdemocracia de entreguerras, ni tampoco la de posguerra, al quebrarse el reparto del pastel generado por el desarrollo capitalista, con la crisis económica de los años setenta. Al mismo tiempo, se está produciendo una nueva ofensiva de la burguesía. Ello exige la construcción de un nuevo bloque de clases, nucleado por la clase obrera, y constituido por «trabajadores manuales e intelectuales, sectores intermedios, pequeños propietarios, artesanos y fuerzas del ingenio y del arte», en expresión del señor Solana,

De cara al futuro -continuó Javier Solana- las perspectivas apuntan a dos proyectos políticos: el de la derecha, que consiste en una «consolidación estática de la democracia» -mantenimiento de la actual relación de fuerzas, restablecimiento de la tasa de beneficios en manos privadas, transferencia de los sectores en crisis al sector público, disminución de los niveles salariales y del poder sindical-; y el del socialismo, basado en la consolidación dinámica de la democracia: cambio progresivo de la relación de fuerzas a favor de las clases populares, potenciación del sector público de la economía, avances hacia la igualdad de condiciones (y no sólo de oportunidades), transformación de los aparatos del Estado, etcétera.

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El señor Solana definió al Partido Socialista como «mediador entre las instancias políticas y la sociedad civil; obrero, pero no obrerista; y permeable a las nuevas contradicciones sociales que surgen de la explotación capitalista».

Dudas teóricas

Según las fuentes que han informado a EL PAIS, en el coloquio posterior fueron varias las personas que expusieron sus dudas sobre el concepto «bloque de clases». Pedro Sancho consideró problemático hacerlo compatible con la ausencia de conciencia de clase que realmente existe; Carlos Zayas calificó depoco rigurosa tal concepción; y José Manuel Morán indicó que el concepto es una mala lectura de Gramsci, al mismo tiempo que mostró su sorpresa por el hecho de que personas que dirigieron al partido en la etapa del consenso se muestren ahora tan dispuestas a hablar de movilización popular.Por su parte, Joaquín Leguina destacó la necesidad de que en estos actos se manifiesten también los moderados, a lo cual respondió el organizador del debate, Enrique Gomáriz, con la promesa de que en próximas sesiones acudirán ponentes «aún más moderados», frase acogida con una carcajada general.

Para hoy estaba prevista la intervención de Luis Gómez Llorente, que ha sido aplazada.

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