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Mal síntoma

Un hecho sintomático se ha producido este fin de semana en Sevilla. Se han disputado dos partidos de máximo atractivo para el aficionado, y en ninguno de los dos casos se ha llegado al lleno total. El sábado, el Sevilla recibía al Madrid. Un partido de semifinales de Copa con el Madrid enfrente es de lo mejor que cualquier club puede ofrecer a sus aficionados. El domingo, el Betis se jugaba el ascenso a Primera, y el Granada también. Sin embargo, tampoco hubo lleno.Algo está ocurriendo para que ya ni siquiera en las grandes ocasiones se llenen los estadios. Es comprensible que el aficionado se evite ver tanto y tanto partido tedioso como nos suele ofrecer la Liga, pero partidos a vida o muerte como los dos del fin de semana en Sevilla siempre habían atraído. Los precios -ver el Sevilla-Madrid costaba mil pesetas en tribuna, y el Betis-Granada, 1.200- son, sin duda, la razón. Una razón que debe impulsar a los directivos a la reflexión.

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