Leivinha se despide hoy de la afición rojiblanca

Leivinha jugará hoy su último partido en el Manzanares, aunque no saldrá inicialmente. El jugador brasileño tendrá así la ocasión de despedirse de la afición rojiblanca, de la que piensa «es la mejor que he conocido y con la que estoy en deuda. Sé que no he sido rentable al club, pero no me considero culpable de las circunstancias negativas que he pasado por culpa de las lesiones». Leivinha llegó hace tres temporadas al fútbol español y aún duda acerca de su futuro: volver a Brasil o acabar su carrera. deportiva en el fútbol americano.El Atlético contrató hace tres años a Luis Pereira y Joáo Leiva del Palmeiras, en una operación precipitada y de última hora, cuando estaba a punto de expirar el plazo de admisión de los dos extranjeros. Comenzaron a jugar en el cuarto partido liguero y, pese a no lograr ningún título, su rendimiento fue espléndido. «Marqué dieciocho goles y quedé segundo realizador. tras el gijonés Quini.» El calvario del rubio jugador brasileño y de su club comenzó en Vigo, en el segundo partido de Liga, hace dos temporadas. «Sufrí una grave lesión y tuve que pasar por el quirófano. En Brasil Pie operó el doctor Joao de Vicenzo de un quiste de menisco. A los cuatro meses volví a jugar, pero la rodilla se hinchaba y hubo necesidad de operar otra vez, en esta ocasión en Barcelona, por el doctor Cabot.» Aquellas dos intervenciones resultaron polémicas. Leivinha quiso ir a Brasil, para operarse por primera vez, por ciertos «celos» de su compañero Pereira. «Ya sé que el jugador tiene que operarse con el médico de su club, pero ya había existido un precedente contrario a ello. Pereira había sido tratado también en una ocasión anterior en Brasil.»

Desde entonces Leivinha no ha recobrado en el terreno de juego su excelente capacidad futbolística. Esta temporada. la última, también ha actuado con intermitencias, acusando excesivos problemas musculares. «Estoy en deuda con la afición y con el club. Pero no pueden culparme. Otra cosa sería si hubiese jugado regularmente sin ofrecer un nivel brillante. Las lesiones me han roto.» Aunque, como el propio jugador afirma, el fútbol se ha vuelto muy duro en todo el mundo, «el español supera en dureza, por lo menos, al brasileño. Hay muchos jugadores mediocres, casi todos los "secantes", que técnicamente no podrían jugar por carecer de condiciones, pero que basan todo en pegar patadas como sea. Es un problema general. A veces reciben órdenes de sus entrenadores de que no jueguen al fútbol, pero también de que impidan hacerlo al rival». El recuerdo negativo del marcaje del zaragocista Oñaederra, sobre todo esta temporada en el Manzanares, está presente en las palabras de Leivinha.

Para el jugador brasileño, la especial idiosincrasia del Atlético no se reduce a la plantilla. «El club es especial; arrastra una tónica general desde hace muchos años de irregularidad, pero a todos los niveles. Además hay una cosa que yo he visto muy clara, y es que la te habla más del Atlético que del Madrid. Se comparan a ambos, se dice, de siempre, que la organización del club madridista es perfecta, que gana siempre. Es un ambiente que he notado muy extraño.» Leivinha, aunque asegura que le quedan dos o más años de actividad -tiene ahora veintinueve- duda entre volver a su país o tentar el dólar americano. «No se trata de un problema económico. Afortunadamente no tengo Problemas en ese aspecto. Me han llamado equipos brasileños y, quizá me decida. La Liga americana termina en agosto y hasta dentro de unos seis meses no habría opción a jugar en ella, pero me interesa mucho conocer otro país, otros ambientes. Mis negocios en Brasil están bien cubiertos, e incluso pienso alternar en un futuro mi vida entre Brasil y España.»