El congreso del PSOE se inicia hoy con un juicio a la gestión de la ejecutiva

Un ambiente de expectación política rodea la inauguración del XXVIII Congreso del PSOE, cuyas sesiones comienzan hoy en Madrid. La fuerte polémica ideológica de las últimas semanas, centrada en los pronunciamientos a favor y en contra de la inspiración marxista del partido, así como el propósito de varias delegaciones de abstenerse o votar en contra de la gestión de la ejecutiva, ponen un punto de duda respecto a lo que pueda ocurrir.

Así como el congreso anterior -diciembre de 1976- contempló una aprobación masiva de la gestión de la ejecutiva y una «explosión de júbilo» por la salida de la clandestinidad, en este congreso se examinan demasiadas cosas al mismo tiempo -fin del período franquista, dos elecciones generales, unas elecciones municipales, fluctuación en la política de alianzas, modificaciones en el funcionamiento interno del partido- como para que la sesión dedicada a la gestión se desarrolle sin tensiones.Los miembros de la ejecutiva barajan, según su respectivo grado de optimismo o pesimismo, entre un15 % y un 40% de votos contrarios o abstenciones. Un resultado próximo a este último sería interpretado como un «voto de castigo» a la personalización del poder, y quizá sería la señal de cambios profundos en la dirección, que, no obstante, se consideran poco probables.

La continuidad de Felipe González y Alfonso Guerra no se pone en duda en ningún sector del partido, aunque sí puede producirse una fuerte discusión sobre los poderes y competencias de este último. En cuanto al alcalde de Madrid, profesor Tierno, ha declarado a EL PAÍS que no desea ser presidente ejecutivo del partido, aunque sí le gustaría la presidencia de honor, lo cual es coherente con el propósito de la actual dirección de que el principal puesto político del partido continúe siendo el de secretario general.

Al margen de la polémica ideológica -para lo cual la ejecutiva dispone de una «fórmula de compromiso»-, las principales discusiones se centrarán en las ponencias política y de estatutos. No se conceden muchas posibilidades a la petición de que sean aprobadas las tendencias en el seno del PSOE.

En relación con este congreso, el secretario general del PCE, Santiago Carrillo, manifestó ayer a EL PAIS: «Deseo un gran éxito a los compañeros socialistas.» A su vez, una alta fuente gubernamental comentó que UCD ha decidido la no injerencia en las cuestiones internas del PSOE.

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