Luis Puig: "El ciclismo ha subido como la espuma"

«El clima del ciclismo en España ha subido como la espuma después de la Vuelta de este año. La prueba ha despertado la confianza de lo propios corredores. El aficionado ha vuelto a creer en este deporte. Muchos aficionados esperaron cada día con impaciencia que Televisión ofreciese las imágenes de cada etapa, como en los mejores tiempos de Bahamontes, Loroño y Ocaña», manifestó Luis Puig presidente de la Federación Española, mientras descansa en su tierra, en Valencia, después de los ajetreados días en los que se desarrolló la principal prueba española.

«Con la organización de la Vuelta a España de este año -añadió Luis Puig-, después de que sus antiguos organizadores desistieran de ello, hemos evitado un bache en el ciclismo de nuestro país, que podría haber llegado hasta la desaparición de la propia ronda. Existen ejemplos de otras pruebas para justificarlo, como sucedió con la Vuelta a Levante.»El presidente de la Federación Española aseguró que la Vuelta a España de este año no se podría haber celebrado sin la ayuda de las federaciones regionales y provinciales. Estas federaciones se encargaron de la organización de cada etapa, desde el principio al fin, desde los preparativos de la salida hasta los de la meta, y, al mismo tiempo, se preocuparon de obtener buena parte de los ingresos que han servido para costear la prueba, y que ésta haya finalizado prácticamente sin déficit alguno. La Vuelta a España, desde hace varios años, al considerarse una prueba profesional, prácticamente carece de ayuda oficial. Los antiguos organizadores contaron con dos millones de pesetas como colaboración del Consejo Superior de Deportes, o la antigua Delegación Nacional, cantidad que, a partir de este año, se integró en el presupuesto general de la propia Federación Española.

Para Luis Puig, la Vuelta a España de este año ha sido un revulsivo para todos los estamentos ciclistas, porque se ha sabido plantear en la práctica la política deportiva que la Federación Española realiza desde hace cuatro años. Mientras en los últimos tiempos los equipos profesionales fueron dos o tres, en la Vuelta a España que finalizó el domingo en Madrid seis fueron las formaciones españolas que tomaron parte. Prácticamente no hubo región alguna en la que faltara la pancarta que animara a sus corredores. El ciclismo, la Vuelta, ha llegado a grandes ciudades. Al formarse mayor número de equipos, surgen nuevos corredores. Antes, los corredores veteranos se integraban en el reducido número de equipos y frenaban el paso de los jóvenes. La política de la Federación ha servido para evitar que el ciclismo español agonizase por sí mismo, por falta de hombres y de oportunidades. «Se trata de un ciclismo más abierto», asegura Puig.

La Federación, para llevar a cabo la Vuelta de este año, constituyó el Comité Organizador de Competiciones Ciclistas. El organismo quedará instaurado de forma fija. «Se encargará de organizar todas aquellas pruebas en las que fallen los organizadores por las causas que sea -comenta el presidente de la Federación-. De esa torma intentará resucitar las vueltas a Levante y a Andalucía.» Por el momento. nada se puede asegurar sobre el futuro organismo que lleve a cabo la próxima Vuelta. El Correo Español de Bilbao cuenta con la posibilidad de organizarla el próximo año. Si no lo hiciera perdería todos sus derechos sobre la prueba. Luis Puig, después de la experiencia de este año, pretende que la Unión Ciclista Internacional elabore un reglamento que regule circunstancias como las producidas en España.

El presupuesto de la Vuelta de este año se elevó a 41 millones de pesetas. Según Luis Puig no existirá déficit. No se cobraron derechos de inscripción y cada equipo participante recibirá medio millón de pesetas para repartirlo entre sus integrantes. A las figuras extranjeras, Zoetemelk, Pollentier, Van Impe, De Wolf..., se les pagará aparte, según el contrato firmado en su día.