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Confusión sobre lo que gastó UCD en su campaña municipal

La Unión de Centro Democrático (UCD) gastó en su campaña electoral para los comicios locales en Madrid, solamente en once partidas presupuestarias que han podido ser cuantificadas por EL PAIS, un total de 214 millones de pesetas. Estas partidas se refieren, fundamentalmente, a publicidad en prensa, mailings (envíos postales), alquileres de locales, impresión de folletos y pago a interventores de campaña y parte del personal auxiliar. A esta cifra falta añadir conceptos de la envergadura de la impresión de carteles, colocación de los mismos, alquileres del circuito del Jarama, del Parque de Atracciones, publicidad en radio, etcétera, sin contar otras numerosas partidas presupuestarias de menor cuantía. Esta información, obtenida en medios publicitarios y técnicos que han ayudado en la campaña de UCD, contrasta con las aseveraciones de algunos líderes ucedistas en el sentido de que la campaña de Alvarez costó más de seiscientos millones (véase EL PAIS de 24 de abril) y también con las declaraciones del propio Alvarez, que aseguraba que el costo fue de poco más de cien millones (EL PAIS de 26 de abril).

A pesar de la cerrazón absoluta que en medios de UCD se detecta al respecto después de las informaciones publicadas, teniendo en cuenta que el propio Alvarez ha declarado en repetidas ocasiones que la campaña costó «poco más de cien millones de pesetas» y que esta cifra salió íntegramente del partido, las principales dudas revierten en cuáles han sido las fuentes financieras que aportaron el resto del presupuesto municipal de UCD.Ante la falta de coincidencia entre lo declarado por José Luis Alvarez y las cifras computadas por técnicos de prestigio y publicitarios colaboradores de UCD, es más que probable que el resto del dinero (posiblemente hasta algo más de trescientos millones en total) haya salido en base a aportaciones personales de los primeros candidatos de la lista, créditos bancarios y facilidades especiales por parte de algunas empresas.

Ningún medio publicitario ha sido rechazado por UCD en su campaña madrileña, que utilizó abundantemente el nuevo soporte publicitario de la farola de la vía pública, que hasta las pasadas elecciones generales había sido desconocido por los publicistas españoles. En las indagaciones realizadas por redactores de EL PAIS, los medios publicitarios consultados han confirmado que en todos y cada uno de los medios publicitarios con que cuentan había existido un mensaje de la UCD madrileña.

El desglose de los millones

El desglose de esas once partidas cuantificadas por EL PAIS comienza por la publicidad aparecida en periódicos diarios, donde se ha dado una media de dos páginas diarias en cada uno de los siete periódicos que han admitido publicidad ucedista durante dieciocho días de campaña. La media del precio de esa publicidad es de 100.000 pesetas por página. Es decir, las 252 páginas publicadas han costado a UCD en torno a los 225.200.000 pesetas. La publicidad en vallas de la calle ha rondado los veinticuatro millones de pesetas. El desglose de esa cantidad es: seis millones para pagar la utilización del soporte y dieciocho más para confeccionar los carteles. La razón de que la cifra de confección sea tan elevada es que el papel utilizado es de muy buena calidad, al igual que la impresión conseguida. Por la utilización de las vallas a UCD le han cobrado las empresas publicitarias el total de las tarifas, sin que haya existido, según han asegurado, ningún tipo de descuento por ninguna razón. Como media -dependiente, sobre todo, de la ubicación del anuncio-, el partido ha pagado porcada valla 15.000 pesetas. De las 7.000 vallas existentes en la ciudad, ha utilizado cuatrocientas.

Con respecto a las farolas, la publicidad colocada en ellas ha costado a UCD ocho millones de pesetas más, sin contar con los gastos de impresión de los carteles, que no ha podido ser cuantificado. Se da el caso, en este apartado, que la empresa ha conseguido la exclusiva municipal para tal soporte, sin que existiera concurso previo para ello. Red pagó por tal exclusiva 800.000 pesetas.

Capítulo aparte es el de la publicidad directa, es decir, la recepción en casa de cada posible votante de una carta o folleto, a su nombre, que le invitaba a votar al partido del Gobierno.

UCD empleó este sistema -denominado mailing- en dos ocasiones durante la campaña, en cada una de las cuales remitió un millón de cartas. Esta fórmula publicitaria le costó veintiocho millones de pesetas, desglosados así: veintidós millones, invertidos en la confección de las cartas -a once pesetas cada una-; dos millones, en pagar al Ministerio de Hacienda el envío por correo -una peseta por carta-, y cuatro millones más en conseguir los nombres y direcciones (dos pesetas porcada una).

Cinco millones de folletos, aproximadamente, fueron impresos por UCD. Dada la calidad exigida a la imprenta, ésta le cobró quince pesetas por cada uno de ellos, lo que supone un gasto de 75 millones de pesetas.

La publicidad en cine cuesta 3.000 pesetas cada vez que se pasa una película. UCD empleó cien salas, con dos pases diarios, lo que arrojaría una cifra de 12.600.000 pesetas.

La organización de un mitin cuesta, como media, unas 50.000 pesetas. UCD dio alrededor de l80 mítines, lo que equivale a hablar de nueve millones de pesetas.

De las distintas partidas de pequeños artículos que UCD regaló durante la campaña, EL PAIS sólo ha podido conseguir datos sobre los mecheros. Fueron, en total, 150.000 los que regaló, a un precio de treinta pesetas cada uno. En total, cuatro millones y medio de pesetas.

De los tres grandes centros públicos que el partido alquiló, el zoológico, el Parque de Atracciones y el circuito del Jarama, EL PAIS sólo ha podido conseguir datos del primero de ellos. El alquiler por un día de las instalaciones, para que los madrileños lo pudieran visitar libremente, sin pago a la entrada, supuso el desembolso aproximado de tres millones y medio de pesetas.

La publicidad en radio ha sido un capítulo muy importante. Sin embargo, no hemos podido conseguir datos más que de una emisora de ámbito local. La facturación presentada supera los ocho millones de pesetas. Por último está el capítulo de interventores. Muchas personas que actuaron como tales en las mesas electorales el día 3 de abril, lo hicieron cobrando 3.000 pesetas del partido. La razón de ello está en que UCD no cuenta, al parecer, con suficientes militantes de base que hagan ese trabajo gratuitamente, como ocurre en otros partidos. En Madrid funcionaron 5.396 mesas electorales, lo que equivaldría, si todos hubieran cobrado, a hablar de un desembolso cercano a los 16.188.000 pesetas; eso sin tener en cuenta el hecho de que, en muchas mesas electorales, fueron dos, y no uno sólo, los interventores de UCD.

Estas once partidas arrojan ya por sí solas un gasto de 213.988.000 pesetas. Sin embargo, han queda do necesariamente fuera del cálcu lo, ya que no existen datos fiables sobre ellos, partidas tan Importan tes como el alquiler del Parque de Atracciones y el circuito del Jara ma, elaboración y pegado de los carteles murales -algunas fuentes hablan de cifras que oscilan entre los setenta y los ochenta millones de pesetas-, y toda la estructura del edificio electoral de la calle de la Santísima Trinidad, donde lleGaron a trabajar hasta doscientas personas, algunas de ellas -el staff personal de José Luis Alvarez con sueldos considerables.

Aparte quedan partidas de me nor cuantía, pero que suponen un fuerte desembolso económico, co mo son los discos, camisetas, bolsas de la compra, maquinillas de afeitar, cajas de cerillas, billeteros, calendarios, cuadernos, caravanas de coches, gorras, anoraks, bolígrafos, chapas, publicidad en cabinas telefónicas y en papeleras callejeras, etcétera.

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