Gitanos de La Coruña reclaman viviendas para situaciones urgentes

En La Coruña no hay una sola vivienda para casos urgentes. Esta es la conclusión a que llegó ayer la Coordinadora de Asociaciones de Gitanos, después de gestionar en vano el dar abrigo a la familia de Emilio Barrul, cuya casa amenazaba ruina inminente desde la madrugada del 15 de abril.En esta fecha tuvo que intervenir la Policía Nacional para ayudar a apuntalar y entablar la vivienda, en la calle de San Roque, debido al desplome de los techos. El 12 de marzo había sido calificada de inhabitable, y la delegación del MOPU había adjudicado nueva vivienda al inquilino el 6 de octubre de 1978, sin que se llegara nunca a efectuar la entrega del nuevo piso.

Miembros de la coordinadora gitana visitaron ayer al nuevo alcalde coruñés, el cual se declaró impotente para atender ningún tipo de emergencia de esta naturaleza, debido a que el Ayuntamiento no dispone de medios ni de viviendas para casos desesperados. Manuel Martín Ramírez, de dicha coordinadora, recordó, sin embargo, el caso de la adquisición de solares por el anterior alcalde, que importaron 155 millones de pesetas y que no pudieron luego ser utilizados porque los terrenos no eran habitables.

«Tuvimos que llevar a la familia Barrul -declaró Martín Domínguez a EL PAIS- a una pensión a nuestras expensas. La mujer está embarazada y tienen cuatro hijos.